Él me regaló una rosa. Me regaló una rosa a pesar de mi adoración por las trinitarias y mi sentido de identificación con los tulipanes. Estaba a la expectativa. La verdad, odio los clichés. Me gustan las flores, pero que un hombre me regale una rosa me parece algo cursi y trillado, lo mismo pienso de un Toronto o un Ferrero Rocher.
Yo quiero un Cri- Cri, porque es mi chocolate favorito, porque no importa cuantas veces lo coma nunca me voy a cansar y siempre va ser mil veces mejor que un Crunch. Y es de aquí, criollito. Y bien sabroso. Además mi tío favorito me decía Cri-Cri cuando era pequeña.
Yo quiero, además, una invitación a tomar múltiples Solera Light o Cosmopolitans, en una pequeña nota escrita a mano -así tenga mala caligrafía- con un splash de Inmotion de Hugo Boss, porque debo admitirlo, esa colonia me enamora.
Si me tiene que regalar una flor, pues entonces que sea original. Si no conoce mi adoración por las trinitarias entonces que consiga la flor más extraña que exista en el vivero, la más auténtica, la más barata, la menos comprada, la más rechazada, la menos pensada. Esa, esa que está ahí me agrada un poco más.
Pero no, el llegó ese día con una rosa. Me dijo que siempre le parecí hermosa. Y no es que yo me crea fea, pero el que le haya parecido hermosa no es relevante, porque aunque el físico no es despreciable en cuanto a la química que puedas tener con una persona, si es lo único que le impulsa a salir conmigo, pues no es el tipo de persona que me interesa. En lo absoluto.
Y no es por ser exigente, pero me hubiese gustado también que supiera un poco más de mi vida, antes de decidir que porque a su criterio "soy hermosa" quiere salir conmigo. ¿Niño, cuántas niñas hermosas y estúpidas no existen en el mundo? ¿No son suficiente como para querer saber algo más de la persona?
No saber demasiado, porque entonces me asusta un poco, pero algo, como por ejemplo que ser escritora es mi meta de vida y si no es capaz de leer ni estas palabras, la cosa no va pal baile, imposible. Ni que se meta en uno de esos cursos intensivos de lectura rápida y se lea este blog en tres días. ¡menos!
Junto con la rosa - por de más roja- vino una invitación a cenar. Cómo explicarle que una primera cita nunca puede ser para ir a cenar. Yo quiero poder salir corriendo si resultó un loco empalagoso y extraño. Por el contrario, unos tragos o un café nunca fallan. Y si el personaje puede lograr que una primera cita, no se sienta como una primera cita, porque me inspira confianza y no me obstina de preguntas básicas como ¿en qué semestre estás? ¿por qué escribes tanto? ¿en dónde te ves en 10 años? entonces ya tiene algo de vida ....
Pero el personaje en cuestión, no, cómo puede tenerlo, empezó mal muy mal y ahora sólo quiero que llegue el auténtico que sé que está por ahí, escondido entre las letras de este blog.Que me perdone el pana de la rosa roja, estoy segura de que hay un sin fin de chicas *hermosas* con muchas ansias de recibirla y aceptar esa invitación a cenar. Not me.
8 comments:
jajaja . Qué adorable.
Quiero hacer una preguntita :
El chico éste sabe de la existencia de tu blog ...
porque supongo qu luego de leer esto , CAPTARÁ que es con él la vaina . A mi me daría pena .
Valiente de tu parte
¡ Saludos!
Nota : Deberíamos escribir algo juntas, a ver qué sale de estas dos cabezas.
Saludos.
Ufff mujer...! Y el que no lo entienda que a pedir se quede, que más clara no puedes ser!
Me encantó...! Porque desde tu experiencia, esto ha sido un decreto que deja entre ver el verdadero cuento de hadas con el que algunas soñamos... Salu2 y suerte con los sapos! =)
Such an interest Woman ;)
Srry, Such an Interesting* woman!
Mich: me encantaría!!!
Copio el comentario de Charal, wholeheartedly, y agrego, para ser justas con algún hombre que pase por acá, que las mujeres somos una vaina complicadísima (y hermosa, Ani, nunca hay que negarse el calificativo. Que te lo esté diciendo por razones distintas a las tuyas, es otra cosa...)
Ana Cristina me parece súper curioso esta historia, creo que es una de las más reveladora para conocerte. Son muchas cosas que dices implícitamente. Como no hay confianza, sino atrevimiento, sólo voy a subrayar una parte de este texto: tu identificación con las flores. Desde mi punto de vista, en esta historia te describes a través de una flor. Un significante “flor”, donde cada línea vas a darle una significación. Cada significación podría ser una revelación. Por ejemplo: ¿Una flor extraña? Porque no eres una persona común. ¿Una flor auténtica? Porque eres fiel a tus orígenes. ¿Una flor Barata? Porque nadie le ha encontrado un justo valor. ¿La flor menos comprada? Porque la mayoría las prefieren rosas trilladas y cursis. ¿La flor más rechazada? Porque aparentemente no ven lo que hay detrás de ti. ¿La flor menos pensada? Porque no está exhibida en todas las vidrieras, como las rosas. Y termino con esta parte: “pero no, él llegó ese día con una rosa…” siento que detestas que te vean como alguien “común”, siento que has luchado por ser alguien diferente. Siento que sientes. Mil gracias por leer mi extraño comentario.
P.D. Tan sólo es un punto de vista.
aniviris ame este post!! y muy interesante el analisis del pana del comment d arriba!!
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