Hace dos semanas se estrenó en Venezuela y el mundo la más reciente producción de Disney - Pixar, "UP! Una aventura de alturas". Como venezolanos que somos creo que todos debemos acercarnos al cine a ver esta super producción ya que está ambientada en los Tepuyes de Canaima. La historia es realmente conmovedora, se trata de un viejo gruñón y solitario al que la vida le brinda la posibilidad de cumplir el sueño compartido con su fallecida esposa, de realizar una gran aventura y conquistar América del Sur.
De las cosas más destacadas de la película es sin duda la atmósfera nostálgica resaltada en las más exquisitas tonalidades sepias, que embriagan a Carl Fredicksen tras la muerte de su esposa y compañera de aventuras, que se acompañan además por las más melancólica musicalización realizada por el reconocido compositor Michael Giacchino. Todos estos son elementos que se vuelven todo un explosivo cóctel que toca las fibras del espectador al punto de ponerlo realmente triste y hacerle escapar más de una lágrima sincera.
Este aspecto que evoca lo nostálgico y la soledad, lo que hace justificar el mal carácter de este inspirador personaje, es lo que más se disfruta de la cinta en especial en su introducción y la primera mitad. Pues una vez agotado este tema y la languidéz de su historia, es ¡tiempo de aventura! y todo cambia. Cambian los colores, cambia la actitud, cambia la actividad, hay más acción, por supuesto, tiernas e inocentes “aventurillas”, pero con ella se va evaporando o tal vez “elevando en demasía” una historia que comienza a tornarse ingenua - en exceso -, sorprendente e irritantemente fantasiosa con falta de hilaridad, sobre todo cuando hace su aparición le personaje Charles Muntz, un verdadero viajero que inspiró a este viejo gruñón y su esposa, cuando ambos eran apenas unos niños.
El nudo de esta historia está enmarcado por las travesías por las que pasan Carl Fredricksen y su “colado” amiguito en medio de la selva. Sin embargo es aquí en donde se supone hay más acción, el ritmo decae notoriamente tras el alarge de unas situaciones que no tienen mayor importancia tanto en lo profundo como en lo circunstancial de su concepto original. El final ya más que esperado, reinvidica los valores de la amistad por encima de la edad, de los hechos y de los intereses.
En conclusión pienso que UP es una película conceptualmente muy ingeniosa, simpática, conmovedora, que tiene una mezcla extraña, peligrosa entre nostalgia y acción que evoca a Julio Verne con su clásico La Vuelta al Mundo en 80 días. Como venezolana me llené de alegría y orgullo al ver que la trama se desarolla en nuestras increiblemente hermosas tierras..