Monday, May 31, 2010

Aprendizajes de mayo

- Querer es poder aunque a veces haya que sacar la voluntad de donde no la hay.
- Tenemos que encontrar la fuerza dentro de nosotros mismos para salir adelante.
- Es verdad, hacer ejercicio te llena de endorfinas, que te hacen feliz y ayudan a superar cualquier mal.
- En momentos de despecho lo mejor es salir todas las noches, tomar, conocer gente nueva, bailar hasta más no poder y mantenerse 100% ocupada.
- Uno proyecta lo que siente y eso se traduce en # de levantes que tienes al mes. Deberían existir talleres de autoestima para quienes padecen de poca estima (karma).
- Nada como una piña colada y los mojitos de Valen
- Las amigas son un ingrediente fundamental en tiempos difíciles. Lo mismo digo de capítulos de Sex and the City y Seinfeld.
- Amo trabajar con diseñadores.
- Me encanta mi trabajo - últimamente he escrito ful! (más que editar).
- Cuando se acabe mi #planmami, quiero un photoshoot de calidad.
- Quiero tiempo para poder escribir todos los cuentos, crónicas, y novelas cortas que tengo en mi cabeza.
- Quiero tiempo para estudiar para el GRE.
- Quiero poder decir que te he superado un 100% y no un 98,5% .
- Thanks for showing me I'm the bigger/better/nicer/decent person.
- La felicidad viene en pequeñas pero concentradas dosis.
- Es irónico pero al final, tu mal me hizo el mayor bien.
- Quiero y necesito limpiar este blog de ti. Please don't hold it against me.

Tuesday, May 25, 2010

Pensamientos de Carrie. Vol. 1


Desde hace muchísimo tiempo puedo decir que soy fanática, además de Seinfeld, de la serie Sex and the City. Muchos la juzgan de ser una serie vacía y superficial, a ellos les pregunto: ¿cuántos episodios han visto? seguramente ni uno completo. Es como juzgar un libro por su portada, no puedes, punto! La serie tiene un guión genial, un casting que se ha llevado todos los reconocimientos habidos y por haber y además de todo, es filmada en Nueva York. ¿Qué más puede tener? La serie mezcla el humor inteligente con drama y es narrada, desde el punto de vista de Carrie, escritora quien tiene una columna en un diario que se llama Sex and the City. La serie siempre termina con una reflexión. Voy a tratar de poner una cada quince días, porque son geniales!!! La de hoy:

Later that night I got to thinking about the x-factor. In mathmatics, we learn that x stands for the unknown, a+b=x, but what's really unknown is what plus what equals friendship with an x. Is this an unsolvable equation? Or is it possible to transform a once passionate love into something that fits nice and easily onto the friendship shelf? I couldnt help but wonder... can you be friends with an x?

Sunday, May 23, 2010

Don't give me that look


En los últimos cinco años me he dado cuenta que aquella imagen tierna que hace el gato malévolo de Shreck 2, de ojitos cuchis, para conseguir lo que quiere, existe también fuera de la pantalla cinematográfica. Mi perra Kala, la Golden Retriever más hermosa de la ciudad de Caracas, es muy expresiva con sus sentimientos, pero además de ésto tiene la viveza de saber usar su mirada tierna a su conveniencia. Y yo, que siempre he sido de carácter fuerte, nunca tengo corazón para darle su paliza, cuando me pone esta mirada,  luego de un acto malintencionado e inaceptable (como lo es mearse sobre la alfombra de la entrada principal de mi casa) y al verla - con su look cuchi- se me encoje el corazón a dimensiones no deseables y siento su vergüenza como el acto de arrepentimiento más sincero que pueda existir. Luego de que me doy la media vuelta y no la regaño, me encierro en mi cuarto a pensar y es cuando me da una rabia absoluta que la carajeta me haya hecho limpiar su meao a las 12:30 am, mientras me arqueaba del asco y las náuseas que generaba en mí el olor concentrado a pipí, y encima de todo, sale ilesa del incidente, sin un sólo grito o regaño a cuestas. O sea, ¿existe algo más manipulador que su miradita cuchi? I don't think so!

(Cuento) El jardín de los sueños perdidos

Hoy el día empezó gris.  Con el alma devaluada ante la humillación de esconderme de mí mismo, en un intento de huir de miedos y preocupaciones, me di cuenta que cuando se vive en la calle no hay ayer ni mañana. Parece mentira, pero cuando las circunstancias no te dejan dormir dos horas seguidas, vives en un trance que convierte el "hoy" en un día infinito, que nunca termina, como reforzando la imposibilidad de seguir adelante y avanzar. 

A mis 38 años, hoy puedo decir que no tengo absolutamente nada y que lo poco que he tenido lo perdí con las malas decisiones que he ido tomando a lo largo de mi vida. Sueños y ambiciones tropezaron con rebeldías y malas juntas y fue así como las ganas que tenía de estudiar y ser grandioso cambiaron por ganas de vender los que fuese para comprarme un carro último modelo. Cambié, sin darme cuenta, verdaderos amigos por acosadores y espías, a mi tía hermosa que me crió  con todo el cariño del mundo, por drogadictos, y a un hogar clase media por por un cartón en la calle.

Hoy me paseé por las calles de Harlem. Con hambre hurgué basureros en esquinas abandonadas, con la esperanza de encontrar algo medio decente para ingerir, pero no fue el resultado. Me resigné a extender mis manos mugrientas a extraños que me veían con cara de asco, mezclada con lástima y decepción. Estaba a punto de rendirme cuando finalmente, al pedir un dólar cincuenta céntimos a una señora muy elegante que salía de un consultorio médico, me dio un largo vistazo y me dijo al darme lo que pedí "¿De dónde vienes? ¿Dónde estabas antes de iniciar el proceso que te trajo aquí?" Moví mis labios para intentar responder, cuando la señora me frenó en seco: "No hijo, no es para que me lo digas.  Respóndete a ti mismo esa pregunta y has todo lo que puedas por regresar a ese lugar". Y la señora me dio una última mirada y siguió su camino hacia el taxi que la esperaba pocos metros atrás. Sus palabras empezaron a hacer ruido en mi cabeza, o quizá en mi alma, no lo sé. El dólar cincuenta destinado al slice de pizza se albergó con paciencia en mis bolsillos mientras mis pies iban en busca de aquel lugar.

Caminé y caminé, por horas, minutos, o días, tampoco sé. Sólo tengo la certeza de haber entrado a aquel terreno baldío donde hace veinte años había un edificio antiguo, adueñado de óxido y pintura escarapelada, que ahora era sustituido por un cartel que anunciaba la próxima construcción de un hospital pediátrico para la comunidad. Sin embargo, detrás de aquella estructura de óxido que ahora sólo albergaba mi imaginación, estaba el tobogán de mi infancia, intacto, como si no hubiesen pasado años, incluso décadas, no. Sólo días. Rojo y azul, me esperaba, recordándome de aquellos momentos de inocencia infantil en aquel jardín de mi infancia, cuando se respiraba un aire de esperanza mientras jugábamos a soñar ser prósperos y ayudar a nuestros padres a salir de aquel lugar. Aquello parecía una postal de mi vida. Entre lágrimas de nostalgia y sonrisas esperanzadoras, recordé lo que es soñar otra vez.

Mi mente y mi alma dejaron de sentirse abandonadas y, sentado en aquel tobogán, me sentí de nuevo ese niño que un día fui y esa sensación me dio la certeza de que podría volver a tener o a soñar con un futuro, que no todo estaba perdido.  Pensé de nuevo en las palabras de aquella señora elegante. Si tan sólo supiera que me cambiaron la vida.

Friday, May 21, 2010

the DRAMA is OVER!

Querido lector:

A usted que se pasea por las letras de este blog, le tengo una grandiosa noticia: el drama finalmente se acabó. Esta humilde escritora a punta de ejercicio y chocolate -es decir, a punta de endorfinas-  consiguió la fortaleza para pasar la página, superar el drama ocasionado por el despecho y sentirse posiblemente mejor que nunca. Así que a usted, apreciado lector, le doy las gracias por aguantase mi jirijiri/guayabo/mal rato y acompañarme en esos momentos difíciles. De ahora en adelante me dedicaré a escribir más cuentos y más artículos "No-ficción" que acompañen mi nuevo estado anímico y que posiblemente, lo hagan reír (y no llorar).  No escribo más porque es viernes y no pienso quedarme en mi casa, mañana, sin embargo, estaré en un curso  obligatorio de esos fastidiosos de servicio comunitario (7am - 5pm) y me dedicaré a escribir cuanto cuento pueda. Lo prometo.

Gracias,

La humilde escritora.

Wednesday, May 19, 2010

Plastic thingy

¿A quién no le encantaba jugar con estas vainitas cuando era pequeño? Me acuerdo de chiquita, siempre que iba a casa de mi tía arquitecto, iba corriendo como un imán hasta el perolito éste. Ella siempre tenía, como buen arquitecto, objetos curiosos a la vista. Y yo era capaz de jugar horas pasando los espirales de un extremo a otro, enredando la casa, estirándolos para ver cuántos metros abarcaban o cuantos objetos podía amarrar con él. Recuerdo que venían de todos los colores, y hacían el recorrido del arcoíris: empezaban por el morado y terminaban en rojo. A veces con mis amigas jugábamos a cerrar los ojos y adivinar qué color éramos, balanceando el plastic thingy hasta detenerlo en seco para ver en qué color se equilibraba el espiral del centro. A esa edad uno lo único que podía esperar era que saliera algún color femenino, como morado, rosado, o rojo, porque si no entonces eras un niñito de corazón, jajaja... qué tonterías, ¿no?

Ahora no puedo dejar de preguntarme ¿cómo se llaman estos plastic thingies? Si alguien  tiene alguna idea por favor avíseme. Gracias. La gerencia. 

Tuesday, May 18, 2010

3 things on babies

1. No hay nada mas CUCHI que los mini zapatos, así te claven 80 dólares por algo que sólo va poder usar 2 meses cuando mucho.


2.Es mentira que todos los bebés recien nacidos son lindos. Hay unos bastante feos, y suelen ser la mayoría. Lo que sí es verdad es que hay una edad, como de 1 a 4, que todos los bebés son demasiado bellos y cuchiiiis!! No importa la etnicidad. 
Aquí la prueba: 
3. Voy a ser tía y esto me tiene demasiado alegre!!! Voy a ser la tía cool, la tía simpática, la tía querida, la tía consentidora, la tía/madrina putativa. The best one ever! I'm gonna rock, and that baby is gonna love me, ajuro y porque sí. 
 

Comme je suis arrivé à Bruxelles

Hace tres años nunca hubiese imaginado que viviría un día tan surreal como hoy. Es verdad eso que dicen que tu vida puede cambiar por completo con cada pequeña decisión que vas tomando en el camino, puede ser algo tan nulo como decidir un día ir al mercado en vez de a la farmacia. Hace tres años yo trabajaba en un pequeño periódico de turismo en La Paz, mientras estudiaba Artes Audiovisuales en la Universidad de Aquino Bolivia.

En ese entonces, yo no tenía mucha idea de qué iba a ser con mi vida, no pensaba en el futuro, no me trazaba metas, sólo me aseguraba de vivir al máximo el presente.  Mis días contemplaban una  ocupada rutina: estudiaba en las mañanas, trabajaba en las tardes y en las noches salía con mis amigos a tomar en una pequeña cantina que quedaba cerca de la urbanización donde vivíamos la gran mayoría. Otros días íbamos al cine, o a la plaza a echarnos cuentos, yo en ese entonces escribía tonterías y casi siempre tenía mis oídos tapados con unos audífonos que despedían el rock más pesado, y las semanas pasaban así, entre amistades, besos en alguna esquina abandonada de La Paz, y horas continuas de lectura, escritura y sorbos de café para que me rindieran más y más los minutos del día. 

Hace tres años nunca hubiese pensado que ese viaje a Guayaquil sería tan determinante en mi vida. Y pensar que salió de la nada. Una agencia de viaje quería promocionar un nuevo paquete turístico a un Resort en Guayaquil y querían publicidad. Pero publicidad periodística. Es decir, les salía más barato pagarle el viaje a un periodista y alojarlo allá con todo incluido, a pagar una página completa de publicidad en el periódico.  Recuerdo ese día en la pequeña sala de redacción, éramos apenas 3 redactores que escribíamos todo el diario, los tres estudiantes,  y yo tuve la suerte, la grandiosa suerte, de que mi profesor de Cine documental -la clase que veíamos los viernes- tenía un viaje programado desde el inicio del semestre y nos había dado el día libre. Los otros dos periodistas, en cambio, tenían entregas importantes y estaban a millón. Así que cuando la agencia llamó, y habló con el Editor en Jefe, en cuestiones de segundos ese pasaje tenía mi nombre y apellido.

Un día después, desperté en Guayaquil. No recordaba ni como fue el trayecto nocturno en aquel vuelo que pasó más rápido que volando, mientras yo estaba en el octavo sueño. El despertador ahuyentó la nieve y me introdujo a la realidad, esa de playa y piscina, room service y fotografías, una extraña combinación entre trabajo y placer,  contradiciendo toda lógica de que estas dos no podían ir de la mano.

Bajé al Lobby, donde habían periodistas de otros medios y algunas agentes de viaje. Me incomodaba un poco ese plan de ahora tienes que hacer todo lo que te digo porque yo te pagué el pasaje, capisce? Pero qué más podía hacer que sonreír y calarme todo el cuento, porque a fin de cuentas yo estaba ahí, en la ilustre Hostería Bella Vista, gracias a ellos. Y socialicé. Conocí a mucha gente aburrida, entre piscina, playa, paseos infinitos, comidas en abundancia y entrevistas múltiples a gerentes hoteleros y turísticos de la región. En un momento dado, intenté escapar de la programación y me encontré encerrada en un sauna. No sé cómo explicarlo pero esa sensación de calor extremo sofocante me parece extraordinaria cuando estás ahí sentada sobre la tablita de madera, con una toalla encima, sudando hasta la última gota de tu ser. Y de repente, de la nada entró una extraña y se sentó a charlar con un marcado acento francés. Ella era Laurie. Una belga multimillonaria, simpática pero loquísima, que estaba de vacaciones sola en Guayaquil porque su dedo mágicamente aterrizó en Ecuador cuando estaba jugando con el Globo Terráqueo. Estaba empeñada en hablarme en español, porque necesitaba practicar la lengua de su bisabuela, quien había muerto meses atrás.

Laurie era filósofa, pero no de esas pesadas existencialistas. Estaba trabajando en un nuevo proyecto de escritura y quería empezar a escribir en español. Me hablaba de Bruselas como la mejor ciudad del mundo y en ese momento, recuerdo que tanto me habló de su vida allá, que por un microsegundo se me antojó vivir otra realidad a la que se apropiaba de mis días de lunes a viernes en La Paz. Intercambiamos direcciones y cada ciertos meses me llegaba una postal de Laurie, a quien siempre respondía con mucho cariño breves líneas sobre mi vida en Bolivia. Nada de detalles, ¿qué tanto puedes decir en tres líneas? Yo dejaba que las imágenes hablaran por sí solas.

Y así pasaron dos años hasta que Laurie me escribió que estaba entregada a la enseñanza, dando clases de literatura a chicos de secundaria. Me dijo que en su colegio estaban buscando desesperadamente una profesora de Español, que fuese latina. Y que si me interesaba el trabajo. En el momento yo estaba completamente desmotivada en La Paz, harta de la rutina, de los chicos, de mis amigos, de la cantina. Sentía que todo era gris, supongo que era una pequeña crisis existencia. Y cuando me llegó esa postal, el 7 de febrero de 1997, yo no lo pensé dos veces. Llamé a la agencia de viaje, compré mi pasaje, y la llamé de inmediato.  -Llego mañana, Laurie. ¿Crees que todavía tenga chance? -Claro que sí, respondió, te quedas en mi casa, ¿a que hora llega el vuelo?

Y me fui a Bruselas sin decir adiós, con una maleta llena de fotos, libros, cuadernos, tres pantalones, dos suéteres y unos converse mal gastados. 

Llevo una semana aquí. Mi vida dio un giro de 180 grados. Hace 10 días nunca lo hubiese pensado posible, pero aquí estoy, disfrazada de lo primero que encontré en closet de Laurie,  con mil besos encima de la fiesta de burla de San Valentín, donde Laurie me presentó a su amigo Absinthe y éste como a 5 hombres más. De la nada, aquí estoy, aprendiendo francés. Viviendo en una ciudad más hermosa de lo que imaginé, como sacada de La Bella Durmiente; con un trabajo que me paga lo suficiente para vivir bien, con un salón de veinte niñitos que me llaman Marie, porque no se acostumbran al María y escribiendo más que nunca porque finalmente tengo tiempo y material de qué escribir. Todo aquí es una inspiración y lo mejor es saber que cualquier viernes al medio día puedo agarrar un tren e irme a París, Madrid, Roma, Amsterdam, lo que fuese... A veces me pregunto dónde estaría ahora si el profesor de Cine Documental no hubiese tenido un viaje de producción ese viernes...

Monday, May 17, 2010

Llegó la hora

Llegó la hora de pasar la página. De empezar a sonreír. De dejar de buscarte en todos los rincones de mi alma. De querer dar lo mejor de mí para mí y por mí y nadie más. Llegó la hora de volver a salir, de aceptar invitaciones, de conocer gente nueva, de no escuchar más a Pablo Milanés y leer Neruda, porque todos ellos me hablan de ti.

Llegó la hora de no esperar más ese e-mail que nunca va llegar. regresar a la ficción, a mi amor imposible, a mis ansias infatigables de ser la escritora magnífica, no porque te hayas enamorado de ella, si no porque en el fondo, ésa soy yo y no puedo dejar ser yo misma por ti.

Llegó la hora de secar las lágrimas y forzar una sonrisa, así no me salga al natural. De escuchar canciones que me hagan sentir feliz y de hacer ejercicio a diario, porque el #planmami es para mí.

Llegó la hora de encontrar nuevas formas de amar. De quemarme las pestañas estudiando para el GRE escribiendo esas 25 páginas de la mejor ficción en el mundo para ganarme la fulana beca e irme bien lejos de aquí.

Llegó a la hora de dejar el drama y escribir de humor. De volver a soñar y seguir con mi vida. 

Llegó la hora de seguir con mi vida y de olvidarme de ti. Llegó la hora, me despido de ti.

Quiero leer este libro

En noviembre, Chiqui y yo hicimos un trato. Las dos íbamos a participar en Nanowrimo (National Novel Writing Month) e íbamos a escribir una novela en un mes. Esta vez, en español, porque ambas habíamos escrito ya una novela en inglés (cada una la suya) y porque oportunamente, un mes luego de acabarse el Nano, teníamos la oportunidad de nuestras vidas. Entregar el manuscrito para concursar en el Premio Iberoamericano de Literatura Arturo Uslar Pietri (sí, así de ambiciosas éramos). El caso es que que mi amiga Chiqui, desde Holanda, entre flamenco, clases de actuación, de baile árabe, su trabajo de ingeniero en no sé dónde, y mil cosas más, terminó su novela en un mes. Y yo, aquí en Caracas, con la universidad y -en ese momento- desempleada, sólo llegué a 15 mil caracteres desalmados que además me dieron Tendinitis. Y así fue como en dos semanas el sueño de ganarme esos 12.500 dólares y ver mi libro en los estantes de las mejores librerías se esfumó al realizar que escribir un buen libro en un mes y luego editarlo en otro, era una tarea imposible para mí. 

Me olvidé del Premio Arturo Uslar Pietri, y luego, cinco meses después, el premió me encontró en el trabajo, pues la presentación del mismo era, literalmente, en el auditorio de la Corporación donde trabajo. Al enterarme de esto, bajé y me senté -camuflada- entre la audiencia a escuchar el discurso de quien sí fue capaz de escribir su libro en 4 meses, editarlo en dos, y luego ganar ante 110 manuscritos de 14 países diferentes. 

Venezolano, y ex profesor de literatura del Colegio San Ignacio, Eduardo Sánchez Rugeles es el escritor de Blue Label / Etiqueta Azul.  ¿Por qué no eligió uno de los dos idiomas para el título del libro? No sé, pero supongo que entre sus letras se hallará la explicación (o por lo menos eso espero). La sinopsis del libro me llama la atención porque de alguna manera me identifico. Es la historia de una joven venezolana que busca irse del país en procura de un futuro y de su propia identidad. (creo que no soy la única que me identifico con este plot). Blue label/ Etiqueta azul ganó entre 106 manuscritos de 14 países diferentes. Cuenta el jurado que el 70% de las novelas eran de nacionalidad venezolana y me alegra que la primera entrega del premio se haya quedado en casa. No me gustó el discurso del ganador pero igual lo congratulo. Ojalá algún día escriba una novela digna de un reconocimiento tan bueno como éste.

Sunday, May 16, 2010

Foquin' Murphy

Desde que tenemos uso de razón, todos hemos sido víctimas de la detestada Ley de Murphy, aquella que dice que si algo puede salir mal, saldrá mal. Nos pasa cuando aprendemos un truco de cartas, lo practicamos ochocientas veces y cuando finalmente nos queremos lucir ante nuestros amigos, el foquin truco no sale. Y así, pudiste haber estudiado el 99% de la materia, pero en el examen te preguntaron esa pregunta que era la única que no podías responder. Murphy nos acompaña cuando estamos más apurados y hay un tráfico infernal hasta en los caminos verdes que siempre están despejados; nos joroba la paciencia en el mercado, pues cuando vamos a comprar un producto específico, este está agotado -y estábamos cansados de verlo en grandes cantidades en el anaquel-; nos atormenta la vida en el avión cuando somos alérgicos a los bebés llorones, y el único bebé en los 245 puestos está justo al lado tuyo; y en general, nos hace la vida imposible, todos los días de nuestras vidas. Tanto así, que Murphy se ha convertido en un pana más detestado, pero de esos que se te pegan como un chinche y uno aprende a soportar, a lidiar, y a tratar porque el pana se cree tu amigo y no te queda de otra.

Pues hoy me dieron ganas de investigar sobre la fulana Ley de Murphy. Me dio curiosidad ¿quién la creó? ¿en qué año? ¿bajo qué contexto? Y entonces, le pregunté a mi gran amigo Google. Y Google -sabiamente- respondió:

Pues la Ley de Murphy, viene de Edward A. Murphy Jr., ingeniero aeroespacial americano,  empleado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1947,  para trabajar en una línea de investigación que se basaba en experimentos con cohetes sobre rieles. Luego de una explicación bastante técnica del experimento que hizo Murphy, que no pienso dárselas porque no entendí un carajo,  al parecer el asistente del ingeniero siempre metía la pata, y los resultados finales del experimentos eran caóticos, por lo que Murphy, frustrado, y en presencia de otros investigadores  dijo con un tono arrogante "Si una persona tiene una forma de cometer un error, lo hará". Esta es tan tan sólo una versión, el hijo de Murphy alega que su padre no lo dijo en función a los errores del asistente, lo dijo con respecto al experimento en específico, y que la frase no fue esa si no "Si hay más de una forma de hacer un trabajo y una de ellas culminará en desastre, alguien lo hará de esa manera".

La frase luego fue resumida en "Si puede ocurrir, ocurrirá" y salió a la luz pública durante una rueda de prensa, donde algún periodista preguntó cómo hicieron para que nadie resultara con heridas de importancia durante el experimento, y el investigador adjunto respondió que lograron evitar inconvenientes porque tomaron en consideración la Ley de Murphy. Posterior a esto explicó el significado de la Ley como que es importante considerar todas las posibilidades antes de hacer una prueba. Irónicamente la frase popularizada con la que se suele citar esta ley "Lo que pueda salir mal, saldrá mal" nunca fue pronunciada por Murphy.

Hoy en día creo que la ley ha ido tomando su propio curso, y el boca a boca ha hecho que cada quien le de su propio uso. Hoy en día hay listas infinitas de leyes de Murphy, o leyes consideradas de "Máxima fatalidad con el mínimo esfuerzo".

También sacaron los corolarios de la Ley de Murphy:
- Nada es tan fácil como parece
- Todo lleva más tiempo del que usted piensa
- Si existe la posibilidad de que varias cosas salgan mal, la que cause más perjuicios será la única que irá mal.
- Si usted intuye que hay 4 posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
- Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor
- En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes.
- Cualquier solución entraña nuevos problemas
- Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos
- La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta
- La madre naturaleza es una perra

Tráeme una, por favor

Tengo dos noches soñando con una Piña Colada. Me la manda un niño que está buenísimo, que me ve escribiendo en una mesita playera mientras mis amigas están echadas tomando sol. Yo estoy sedienta, pero inspirada. Cuando viene el mesonero con la bebida, me siento completamente sorprendida y halagada por Mr. Hottie, looking at me, y me tomo mi piña colada que llega a ser un elemento clave en la historia que estoy escribiendo, dentro del sueño. Ayer me desperté con antojo de Piña Colada, pero ni modo, eran las 8:30 de la mañana. Me puse a leer un rato, a dar como ochocientas vueltas en mi cama, hasta que inevitablemente me volví a dormir, y en la noche, mi intento de salir a tomar Piña Coladas se frustró ante la inactividad de mis amigas, quienes tenían todo el día enratonadas y preferían un plan tranquilo de ver películas y jugar juegos de mesa. Pero yo, si yo no iba tomar Piña Colada, o cerveza, en algún lugar chévere, preferí quedarme en casa escribiendo en este blog, porque películas tengo en mi casa, en cantidades abismales. El colmo fue que hoy me despierto y recuerdo una vez más haber soñado con la  bendita Piña Colada. Y ahora el antojo es doble. Ok, aunque lo parezca, no, no soy alcohólica, pero quiero, necesito y exijo una piña colada. Que sea exquisita. Que tenga mucho alcohol. Que tenga la cerecita, y la piñita, y esté servida en una copa como esta. Que me la traigan a alguna piscina fantástica como la del Hotel Pestana, o que me la lleven a la playa. Y que me la mande un Mc-hottie. Jaja, mentira. Tampoco soy tan exigente. Puede ser en algún restauran, bar, discoteca. No me importa. Just get me the damn Piña Colada!!!!!!

Saturday, May 15, 2010

Cafeína para el alma dormida

Ok. ¿Qué decirles de mi adicción al café? Y ni siquiera al café. A la ca-fe-í-na. Es algo descomunal. Esta manía empezó desde que trabajaba en la agencia de publicidad de copy-writer el año pasado. El despertarse temprano para llegar al trabajo y estar en ese ambiente helado sencillamente te impulsa a correr hacia la cafetera. Recuerdo en ese momento a la bruja Inés, la señora que preparaba el café, carajo la verdad es que le quedaba divino, lo hacía en cantidades generosas y lo almacenaba en un moderno termo dantesco que lo mantenía hirviendo a toda hora. Y yo era la abusadorsita que entraba en la micro cocina (porque siempre son como de mentira las cocinas corporativas) para servirme aquel vasito de café, cada hora y media. Lo genial era que detrás de la cocina había una puerta que te llevaba a una especie de azotea (el edificio tenía apenas tres pisos, salir a la azotea no era en lo más mínimo una señal de depresión) y podías tomarte el café ahí, aislado del trabajo por unos pequeños minutos mientras veías la parte de atrás de una de estas areperas de Chacao, el Centro San Ignacio a la derecha y detrás, nuestro bello Ávila. Era una buena costumbre laboral. O mejor dicho, anti laboral. 

Luego, cuando dejé el trabajo por un viaje de varios meses a Nueva York, sustituí el café por la Coca Cola Light. Yo era de esas que siempre se negaba a tomar productos dietéticos, porque hello, ni que yo fuera gorda. Pero ese mes de julio recuerdo que me dio, por primera vez en mi vida, por hacer dieta y ejercicio porque yo tenía la extraña fantasía de llegar a Nueva York más flaquita, buenota y espectacular. Y bueno, empecé a caminar, a desayunar una manzana con yogur descremado, almorzar pechuga de pollo con brócoli y cenar atún con vegetales (ni una cucharada de mayonesa). todos los santos días. La dieta fue un fracaso nefasto, tres semanas y sólo había adelgazado un kilo, que a ciencia cierta me lo había quitado la primera semana. Esto me quitó el estímulo de seguir sacrificándome. Y yo, hay que decirlo, tengo mentalidad de gordita. Siempre la he tenido. Delirio por unas papas fritas. Me encanta que me inviten a comer. Amo una pasta, una pizza, una hamburguesa, un pie de chocolate, un tres leches. Un pabellón. No podría vivir sin el arroz blanco y las tajadas fritas. Amo la comida, y no me gusta pasar hambre o dejar de comer. 

Entonces le dí con la Coca Cola Light por muchos meses hasta que en enero de este año, empecé a trabajar otra vez y de nuevo, aunque aquí no tengo a la bruja Inés, siempre estoy tomando café.  A veces se me va la mano, y me sirvo dos mugs grandes. Y en eso me siento embuchada. Y es la sensación más horrible. Cuando el café de la micro cocina se acaba, o sencillamente nadie hizo (y yo soy de las inútiles que no sabe montar una cafetera de esas eléctricas, sólo las de greca) bajo al cafetín con mi amiga y nos actualizamos en nuestras vidas mientras me tomo un con leche exquisito (le echo canelita a la crema) y compartimos un Cri Cri. Es lo máximo. 

Pero la verdad es que sin el café o la Coca Cola Light siento que no termino de despertar. Es esa adicción 100% nociva para la salud porque te crea una dependencia, y además, te mancha los dientes. y para rematar, te saca celulitis. Recientemente, he tratado de sustituir los mugs de café negro por una lata de Coca Cola Light, pero hasta la chamina del cafetín que me vende la droga me regaña, y cada vez son más las personas que me miran con cara de loca cuando me ven desayunando una empanada de queso con Coca Cola Light. Sólo espero que cuando llegue a vieja no me pase lo que le pasa a mi papá, que si pasa media hora, después de desayunar y/o almorzar, sin tomarse su café, lo invade una migraña horrible hasta que finalmente se toma el primer sorbo de su Starbuck's que queda en la esquina de su casa. Si no es ese, no se le quita. 

Thursday, May 13, 2010

Sólo diré

... que anoche me acosté a dormir triste, y en la mañana me sentía completamente desmotivada. Pero si hay algo bueno del trabajo y los estudios es que tienes una razón para pararte todas las mañanas, en este caso una obligación, y de verdad que bienvenida sea la rutina si es la misma que me va sacar de la cama y forzarme a seguir con mi vida. Pues hoy me levanté, milagrosamente conseguí las llaves del carro rápidamente y llegué temprano al trabajo, donde me concentré en todas las asignaciones del día. Me sentí contenta de ser productiva y de que mi trabajo valiera para algo grandioso. Y luego almorcé con una gran amiga y los problemas de ayer, ya no eran problemas si no esas pequeñas cosas de la vida que la llenan de desenlaces. ¿Cómo sería nuestras vidas sin dolor y sin complicaciones? Completamente ficticias y vacías pienso yo... y en eso mer recordé de una canción de La Ley que dice "Sin dolor no te haces feliz, sin amor no sufres más". Y me sentí tranquila otra vez. Luego, aunque no paraba de llover en Caracas, me aventuré a irme a la universidad por una vía distinta, la que normalmente está más congestionada. Pero fue como una corazonada que tuve, y me dije, vamos a intentarlo. Y por muy tonto que parezca el riesgo, me fue bien. Llegué en tiempo récord a la universidad que queda en el otro extremo de la ciudad. Incluso llegué hasta 20 minutos más temprano lo que agradecí porque me dió chance de merendar con mi amiga Camila, la que escribe este blog. Luego entré en mi clase de fotografía publicitaria y estuvo de lo más bien, aprendimos mucho de iluminación y luego vimos un pequeño documental "Heavenly Porsche" donde nos enseñaron todo un proceso de producción para tomarle una foto publicitaria a un Porsche negro espectacular. Finalmente llegué a mi casa para escribir estas lineas corriendito porque hoy siento que no he perdido si no ganado y que la vida tiene sus altos y bajos y todo es válido.  Ahora los dejo porque voy saliendo a tomar con una amiga que tengo dos años sin ver!!!! Tal vez escriba más tarde. Tal vez sencillamente me acueste a dormir. 

Wednesday, May 12, 2010

I need this

Yo necesito uno de estos. Todas las mañanas me levanto corriendo y aunque estoy lista a la hora exacta que tengo que salir, siempre, siempre, entiéndase s-i-e-m-p-r-e, desaparecen las llaves de mi carro y pierdo en promedio veinte minutos (ya con cartera en mano) buscando las benditas llaves, que cada día aparecen en un lugar distinto. Sé que deben estar pensando que soy una desordenada de lo peor, pero fíjense que no, suelo ser bastante metódica y casi nunca se me pierden las cosas... pero incluso teniendo conciencia sobre este problema, realmente nunca me acuerdo de ponerlas en el mismo lugar para evitar este tipo de situaciones. Concho, en la noche cuando llego tengo mil cuatrocientas cosas en la cabeza y lo último que me viene a la mente es donde poner las llaves del carro. Así que las suelto en la cocina, en el baño, en la mesa, las meto en la cartera y luego las saco cuando estoy buscando la agenda, en fin... Desafiando toda lógica de "déjame pensar que fue lo primero que hice al llegar" para dar con el lugar donde puedan estar las benditas llaves, ellas siempre terminan estando en un lugar diferente. Así que sí. Necesito con caracter de urgencia el aparato/control remoto/alarmita beep beep que le regala Ben Stiller a Jennifer Anniston en Along came polly para ubicar rápidamente sus llaves, que ella termina usando con Rodolfo, su mascotica extraña(el ferret/hurón). No sé, si cuando lo tenga, el tema va a ser, ¿dónde carajo está el aparatico beep beep? pero si me lo regalan haré un esfuerzo sobre humano por encadenar el aparatico a la cartera, y usar sólo una cartera por lo menos para el trabajo, para así poder llegar a mi hora todos los días. 

Ya saben: cumpleaños: 23 de junio.

Tuesday, May 11, 2010

Quiero otro día así

Quiero otro día así. Otro día de dormir hasta tarde y de quedarme en pijamas, sentada en mi cama, pensando en cualquier cosa, queriendo no quererte y al mismo tiempo queriendo aferrarme a la sensación de pertenecer a algo más grande que yo.  

Quiero otro día de sumergirme en mis libros, y vivir en las historias de otros que me llevan a un mundo paralelo donde hay otros problemas y otras personas y otros sentimientos distintos a ti.

Quiero otro día así, otro día en el que el teléfono no suene ni por un micro segundo para interrumpir mi paz interior, o el terremoto que llevo por dentro, cualquiera que sea el caso. Otro día de escuchar música que me haga reír y llorar. De sentir la lluvia caer sobre la claraboya y perderme en el gris del cielo que se conjuga con mi sentimiento. 

Insisto, quiero otro día así. Otro día donde nadie me regañe porque no lavé los platos o porque dejé la TV del cuarto prendida. Otro día de dormir y dormir y descansar sin remordimientos de conciencia al estilo "se me fue el día haciendo nada." Quiero otro día así, de no invitaciones. Otro día de ver Seinfeld porque me hace reír y luego ver por enésima vez a Amelie porque de todas las películas,  esta me da ilusión.

Quiero otro día así, otro día donde no sea un problema escribir de ti. Otro día donde pueda sentir el abrazo de Kala como el consuelo más grande y hermoso que hay. Otro día en que nadie me juzgue por querer tenerte aquí.  Quiero otro día donde no sienta la presión social de la gente preguntando por qué fracasó. 

Quiero otro día de llenarme con mi soledad. De leer poemas de Neruda y escuchar a Pablo Milanés cantar todas las canciones que un día me susurrabas al oído.

Quiero otro día así. Otro día de tomar chocolate caliente así tenga que poner el aire en 12 grados para que me de frío primero. Otro día así, para estar conmigo, para pensar en ti. Otro día que me absorba en la melancolía, si es lo que siento. Otro día de abrazar mi almohada y enterrarme en mi cama. Otro día donde no tenga que aparentar sentirme bien, porque sentirme mal ya es lo suficientemente triste.

Quiero otro día así. Regálame otro día así.

Monday, May 10, 2010

Nueva york: nada se compara a ti



Nostálgica. No big secret. Cualquiera que me conoce, así sea sólo por este blog o por Twitter sabe que no estoy pasando por mi mejor momento. Lo cierto es que el mundo no se va acabar y estoy cansada de mis propios mensajes melodramáticos: sí, estoy triste, pero ya, lo voy a superar, lo prometo. 

Al grano. Hoy estaba de ociosa en Facebook y me puse a ver las fotos de varias amigas que se han ido a Nueva York (definitivo, a vivir). Vi fotos de ellas paseando sobre el  Brooklyn Bridge, de rumba en las mejores discotecas del Meatpacking, caminando por el Upper East Side de Manhattan, comiendo picnic en mi amado Central Park, deslizándose por los pasillos de la universidad de Columbia. Y aunque parezca absurdo, lo viví todo otra vez: los cafés en Williamsburg, las exposiciones de arte al aire libre, ver los árboles en su máximo esplendor, sentarme en aquellos bares llenos de gente con historias que contar, personajes de mis cuentos al lado mío en el metro, tomándose una limonada en Bleacker Park, y posiblemente fotografeando a una perfecta extraña.

Recordé lo que es caminar y caminar y no cansarse de caminar porque estás feliz de estar ahí y de aprender de todo lo que te rodea.  Recordé lo que es conocer gente nueva todos los días, a todas las horas. Escritores. Fotógrafos. Artistas. Nunca olvidaré como los caracteres fluían en ese archivo .doc que cada día contaba más palabras y más anécdotas de Gabrielle (mi protagonista) para una novela redonda que aún no me he atrevido a editar y ya sé por qué. Por miedo a la nostalgia de leer sobre una vida que se me antoja a cada segundo. Lo que siento pasó de ser nostalgia a ser alegría porque sé que es mi norte, mi sueño y lo voy a lograr. Como que me llamo Ana Cristina Sosa. “Me Myself and New York” empieza su proceso de edición esta misma noche. HE DICHO.

PD: esta entrada es sólo un pequeño abrebocas, me están esperando afuera y me tengo que ir pero prometo escribir EL HOMENAJE A NUEVA YORK pronto, no sé por qué carajo no lo había hecho antes.

Sunday, May 9, 2010

Brindemos por ellas

Solita en mi casa y con mi mami a muuuuchos Km de distancia propongo un brindis virtual, un brindis por las mamás liberales, por las cariñosas, por las que nunca dejan de ser generosas (ni cuando su hija lleva cinco meses trabajando), por las mamás que lloran cuando sus hijos lloran, por las mamás que saben dar consejos, por las que aprenden junto con sus hijos los golpes que da la vida. Un aplauso a las mamás solteras, a las mamás divorciadas, a las que el papá todavía las soporta, a las mamás independientes y a las mamás que cocinan como la gloria. Brindemos entonces por los buenos momentos con nuestras mamás, por las pequeñas peleas tontas de "me quitaste el collar carajita y ahora dónde me lo pusiste que no está en su puesto?". Un brindis por las mamás que tienen tanto sentido de la moda que le queremos secuestrar el clóset al primer viaje, por las mamás que te quieren tanto que muestran una pisca de celos, por las mamás que te dejan tomar en cantidades adecuadas y que se sientan contigo a escuchar tus pesares. Un aplauso y un brindis por todas aquellas madres que a su vez aman a su mamás y están con ellas en este momento. Un brindis por las mamás de nuestras mamás, nuestras abuelitas bellas y adoradas que tienen una vida de enseñanzas y experiencias de las que más de uno -si es pilas- aprende. Un brindis por mi hermana que pronto será mamá, y por mi amiga Verónica que es la mamá más jóven y echada pa'lante que hay. Un brindis por todas esas tías que son cuasi-mamás y que queremos casi de la misma manera. Un brindis por las mamás de nuestros mejores amig@s que han sido excelentes anfitriones cada vez que los visitamos. Un brindis por  las mamás más lindas, más bellas personas, más tímidas, más clueless, pero sobre todo, un brindis por mi mamá que es la que se lleva todos los premios el día de hoy. Te adoro mamiii! Feliz día!

Cosas que te digo ahora (aunque quizá no te interesen)

- I would've gone to the end of the world with you, all you had to do was ask.
- El año pasado, cuando cumplí 23, mi deseo al soplar las velas fue encontrar a alguien como tú. 
- Hoy me siento tranquila pero no creo que te lo deba a ti.
- No soy rencorosa. Nunca lo he sido.
- I loved you but I hated who I was when I was with you.
- Me encantaba tomar cerveza, desde mucho antes de conocerte. Ubícate.
- Reconstruí mi muralla desde la primera vez que te desapareciste.
- Thanks for making this decision so much easier.
- Esperaba de ti, por lo menos una última llamada.
- Perdiste mi respeto pero nunca mi cariño.
- Mi canción favorita es Melt with you de Modern English y lo siento pero ya no te la dedico.
- Que me compararas con un equipo de fútbol fue probablemente lo más estúpido que pudiste haber hecho.
- Quiero mi cuaderno de vuelta. Cuando me lo des con gusto te devuelvo tu pulcerita.
- Me dejaste en números negativos.
- Sin ánimos de sonar arrogante, tú pierdes más que yo .
- Espero por lo menos haberte servido para que aprendieras que no se dice "A la final" y que hay una diferencia entre tu pulcera y tú. Y que cada vez que te equivoques cuando hables, te vengan a la mente mis pequeños sermones acompañados de besitos tiernos para que no te ofendieras.
- Más de una noche me quitaste el sueño.
- Tu pena y tu PDA eran realmente i-n-s-o-p-o-r-t-a-b-l-e-s.
- Nunca me arrepentiré de haberlo intentado.
- Espero volver a saber algún día de ti. Y sí, espero que algún día podamos ser buenos amigos.
- Feliz día de la madre a tu mami, si es que está leyendo esto.
- Ahora que eres libre, por lo menos has un esfuerzo por portarte mal allá, por favor, y cuando seamos buenos amigos ahórrate esos cuentos que realmente no me interesan.
- Have a great life.

Saturday, May 8, 2010

De como un 'amor perfecto' se tornó amor relámpago.

Hace muchos meses escribí una entrada en este blog que se llama "Muchos tipos de amores", en ella describí, entre muchos, al amor perfecto y a los amores relámpagos. El primero nunca lo había vivido para ese momento, y es, como su nombre lo dice, un amor perfecto. Recuerdo haber escrito que estaban en un arduo proceso de extinción y que el mío se estaba tardando una eternidad en ubicarme. Como Diosito está allá arriba ayudándonos (o bueno, eso quiero creer), Diosito hizo que mi amor perfecto leyera esas líneas desde otra ciudad de Venezuela, muy lejana, por cierto. 

Pues mi amor perfecto empezó a leer mi blog y a conocerme. Mi amor perfecto llegó a Caracas. Me invitó a salir. Y conocí a alguien especial, alguien que me trató como una princesa, que me enamoró, que demostró ser simpático, inteligente, cariñoso, noble, bondadoso, trabajador, estudioso, aventurero y lo más importante, me hizo sentir rescatada y amada. 

Pero la verdad es que así como nada es perfecto, y nadie es perfecto... hoy aprendí que tampoco hay amores perfectos. Y fue algo así como la canción de Alanis Morrissette (Ironic): "I met the man the man of my dreams and then I met his beautiful wife", sólo que en mi caso fue algo así como "I met the man of my dreams, and the next week he moved to another country." Característica que por cierto, lo hace 100% imperfecto, aunque en el momento, yo seguía convencida de que estaba viviendo, finalmente, después de 23 años, un amor perfecto.

Pero en eso, mi 'amor perfecto' poco a poco me fue llenando de: frustraciones -los Km no me dejaban abrazarlo-, inseguridades -a cada rato me ponía a prueba-, desilusiones -me decía cosas que hacían que mi corazón latiera a mil solo para después decirme otras que me destrozaban mis ilusiones con él-, censuras -más de 6 entradas del blog guardadas como 'borrador' por su pda-. Por último me llenó de melancolía y de decepción cuando un tiempito para pensar las cosas y estar 'conmigo mismo' se tornó en un tercio del tiempo que llevábamos juntos y pues tocó lo inevitable, lo de siempre, estrellarme contra un muro al darme cuenta que este amor no tenía nada de perfecto, tenía más bien todos los atributos de un amor relámpago, que como describí en aquella entrada, "son aquellos que suelen ser muy apasionantes, intensísimos, desenfrenados, y te hacen sentir el universo en días... pero su característica principal es que vuelan a la velocidad de la luz. Son relámpagos porque luego de que se acaba abruptamente la relación uno se siente como chamuscado por un rayo. " 

Así me siento hoy, triste, sola y derrotada. Con ganas de escribir, de tomar cerveza, de llorar y de borrar un mes de mi calendario, porque por lo momentos los recuerdos sólo me entristecen más.

Thursday, May 6, 2010

Holding back my tears

Si es cuestión de confesar me entristece no saber de ti aún cuando sé que si me llamas probablemente no sabría que decirte. O cómo empezar a decirte todo lo que te quiero decir, sin miedo a que me interrumpas al minuto y me digas “ya no quiero”.

Pareciera tarea imposible explicar la maraña de sentimientos que tengo adentro, la sensación de haber pegado un brinco abismal, un riesgo para sentir esa felicidad infinita que conocí por un tiempo escaso y luego, se volteó rápidamente, tan rápido que aún no lo puedo asimilar.  Si no entiendes el sentimiento, imagínate algo así como si estuvieses felizmente cantando en el carro, pensando en lo linda que es la vida y de repente el carro se colea y te caes por un barranco y en la caída, no te da chance ni pensar en nada, sólo decirte a ti misma ¿qué es esto? No quieres llorar, todavía no puedes hacerlo porque no terminas de asimilarlo.

Luego viene la cachetada, la realidad al ver que pasan los días y sigues sin saber dónde estás parada. Hace una semana esto me pegó muchísimo, pero afortunadamente no me mató, y como dice el dicho, lo que no te mata te hace más fuerte. Hoy me siento más fuerte y me siento tranquila. Melancólica, sí. Sola, sí. Pero en mi soledad y mi dolor me recordé de quién soy y por qué estoy aquí.  La respuesta me da fuerzas para continuar con mi vida aunque mi alma está callada y dormida. Algo así como en stand by. No quiere reaccionar hasta que no sienta que tiene motivos para hacerlo. No quiere darse por vencida, pero tampoco se quiere crear ilusiones cuando no siente que la han alimentado lo suficiente.

Lo más triste del caso es que el tiempo va pasando y mientras las horas aumentan, a la par de crear un vacío más profundo en la boca del estómago, las horas también van asesinando la esperanza y sencillamente dejas de esperar… Dejas de esperar ese mensajito de texto que te diga que todo está bien, o esa llamada sorpresa que te corte la respiración confirmándote la peor pesadilla. Y empiezas a vivir la vida en automático, te levantas, te bañas rapidito, como quien no quiere pensar mucho, vas al trabajo, estudias, escribes y continúas respirando, intentando no pensar. La sorpresa viene cuando estás haciendo una cola infinita para pedir tu almuerzo en Migas y cuando finalmente te toca, ya el tiempo de espera actuó sobre ti y se te corta la voz para pedir un wrap de pollo. Y en eso piensas en el wrap de pollo. En lo más básico que te venga a la mente. Y poco a poco se te van secando las lágrimas que se asomaron pero que nunca se atrevieron a salir del todo como si estuvieses holding back your tears. Estás en Miga’s, y sola, por el amor de Dios. El nudo en la garganta sigue ahí, y el vacío en la boca del estómago también. Pero por lo menos nadie lo ve. Te vuelves a pasar el suiche y te preguntas cuántos días más podrás seguir viviendo en automático antes de enfrentar la realidad, cualquiera que sea.

Sunday, May 2, 2010

Recuerdos de mi infancia

De mi infancia pensaba no recordar muchas cosas pero en estos días me di cuenta que sí tengo muchísimas imágenes registradas en mi cerebro, acompañadas de sensaciones del momento que siguen latentes en diversos lugares de mi ser. Recuerdo, por ejemplo, que me encantaba acompañar a mi mamá a hacer sus diligencias, siempre en esa Caribe gris plomo del 86, donde casi siempre sonaba en la radio Franco de Vita y cantábamos a todo pulmón "Te amoooo, aunque no es tan fácil de decir". Siempre llevábamos una carga de cuadros o afiches en la maleta, pues mi mami, además de su pequeña firma de diseño, también se dedicaba a vender arte. Solíamos pasar horas en aquella pequeña marquetería de El Bosque, "RIGO", y mientras mi mamá hablaba con el señor que atendía la tienda, cuadrando los distintos tipos de marcos para cada afiche,  yo me paseaba por todos los cuadros que estaban ya listos e impacientes esperando ser retirados por sus dueños, para poder adornar una sala y convertirla en hogar. 

Vivíamos en casa de mi abuela mientras nuestra casa estaba siendo remodelada. La sala añeja de Luis XVI (así le decimos, echando broma,  porque la decoración es lo más S XVIII del mundo) estaba lleno de afiches enrollados y recuerdo que nunca dejó de asombrarme como mi mamá se paseaba entre cientos de afiches de distintos colores y tamaños y sabía perfectamente bien cuales eran para tal cliente y cuáles todavía tenía que vender, y cómo los iba a vender. Yo me quedaba echada y me imaginaba historias a partir de las imágenes mientras ella enrollaba y desenrollaba afiches.  Ya ven que no mucho ha cambiado, hoy en día sigo haciendo lo mismo, pero ahora lo hago con Flickr.  Me acuerdo cuando mi mamá me iba a buscar al Kinder Tamanaco en El Rosal, las niñitas veían a mi mamá y me decían "que linda es tu mamiii", así como dándome la aceptación en el grupo porque mi mamá era flaquita y bonita, qué tonterías, ¿no? Y yo sonreía por dentro, feliz de tener una mamá así, y cuando se lo decía en el carro, se reía y se sonrojaba, jajajaja... 

Cada dos fines de semana, compartía sábado y domingo con mi padre, en el otro extremo de la ciudad. Me acuerdo que apenas era una pulga de tres años y no había nada que me gustara más  cuando estaba con él que escuchar Carmen (la ópera) a su lado, echados en aquel sillón mágico de cuero (tipo psiquiatra). En las noches lo acompañaba en su biblioteca, donde había una pequeña televisión con satélite (era el año 89, no existía DirecTV), y vi películas como The Witches y My Girl. Tarareaba la canción que ahora le canta a su Pastora Alemana, Cindy, inventos de él "ayayaiiii, cómo está, la nené, de papá...." Mientras trabajaba en sus análisis de consultoría financiera, yo hojeaba las revistas de su escritorio: Forbes, Fortune, Money, The Economist, etc, y arrancaba todas las publicidades, coleccionándolas en un sobre manila que me había dado mi papá. Tan pequeña, y que acertada era, ¿no? Diecinueve años después terminé eligiendo la mención de Comunicaciones Publicitarias de Comunicación Social. Supongo que después de tantas dudas y tantas crisis pseudo-existenciales de temprana edad, realmente siempre estuve clara en qué era lo que quería.

Casi todos los sábados íbamos al club, donde yo jugaba en la piscina con completos desconocidos que se convertían en mis amiguitos del día, a quienes más nunca volvería a ver. Hacía empanadas, barquitos y sombreros con los conitos de papel que los demás usaban para tomar agua. Almorzábamos bajo el sol, yo siempre pedía lo mismo, milanesa de pollo con papas fritas y pie de chocolate de postre, o helado de oreo en su defecto. Los demás niñitos si se portaban bien eran premiados con una parada en McDonalds, pero nosotros no caíamos en eso. En vez, mi papá nos llevaba un parquesito en La Castellana donde nos montaban en unos Ponies y nos paseaban por la redoma tres o cuatro vueltas. Luego venía el segundo premio, el mejor de todos, una parada estratégica en Baskin' Robbins, heladería que siempre llamé "Basketin Robbins"y donde siempre pedía helado de chocolate con helado de oreo.

Muchas veces cuando estoy conociendo a alguien y entramos en el tema de los padres divorciados, y comento que los míos se separaron cuando yo tenía sólo dos años, siempre me termina viendo con cara de lástima. No hay nada por lo cuál deben de sentir lástima realmente. Aunque hubiese sido muy bonito crecer con mis padres juntos, yo de alguna forma fui premiada porque al final tuve doble cariño, doble amor, dobles figuras paternas/maternas y el doble de recuerdos que cualquier otra persona de familia estructurada. Nunca crecí en un ambiente agresivo, nunca presencié ningún tipo de peleas o argumentos y mis padres siempre fueron muy amigables entre ellos para que no nos salpicaran sus diferencias. Hace unos días viendo fotitos en Flickr, me topé con ésta y me vinieron muchísimos recuerdos hermosos a mi cabeza, reafirmando mi linda infancia y recordándome lo afortunada que he sido en verdad. Aproveché la ocasión para compartir algunos con ustedes...

I want him, badly

Sin que Kala -mi Golden Retriever- se sienta ofendida, desde que vi esta foto estoy convencida que si me preguntas: ¿qué quieres que te regale en tu cumpleaños? esta vez no te voy a pedir dólares, ni libros, ni libretitas donde escribir. Quiero este mini tigre con complejo de gato (o gato con complejo de tigre, no sé) y que se quede de ese tamaño, por favor. Invéntense una poción mágica que le inhabilite el crecimiento. Que nunca crezca y que me acompañe siempre, que se deje apurruñar y querer porque aquí hay una deuda de afectos y necesito pagárselo a alguien. Mi pobre perra parece una leona, los pelos le crecieron tanto que si la medio abrazo termino comiendo pelaje por tres días. Ya voy a ver como soluciono eso, pero igual, este tigrito sería lo máximo y además se convertiría en el mejor amigo de Kala. Como ella se ve como una leona seguro harían un grande dúo. ¿Qué opinan? ¿Quién me lo quiere regalar de cumpleaños? Sólo falta mes y medio...

Un emoticon vale más que mil palabras


Un día en el trabajo, hablando con una amiga, nos empezamos a reír gracias a un emoticon (que ahora no recuerdo cuál exactamente), el punto es que en el momento lo primero que me dijo fue "deberías escribir una entrada en tu blog sobre las caritas" y la verdad es que no sé por qué no lo había hecho. Los emoticons son algo genial. Una de las cosas que más me gusta de hablar con una persona por chat, en vez de por teléfono es el hecho de que siempre hay una carita perfecta para ilustrar un sentimiento, una idea, un estado de ánimo... Las conversaciones digitales (textos) sin emoticons no tienen dimensión y se prestan para mal interpretaciones. Se supone que los signos de puntuación deberían servir para expresar entonación en la voz y evitar estos mal entendidos pero hay veces que simplemente los textos suenan chocantes, mandones, secos, y antipáticos en general. Uno puede decir algo tan sencillo como "Ok", pero al ponerle un ;) al lado ya la cosa cambia, no? No es lo mismo decir "Que te mejores." Que decirlo con una carita abrazándote acompañando el texto.

El nuevo Blackberry Messenger tiene infinidad de emoticons, mis favoritos son la coqueta que menea las pestañas, la carita llorona, la que voltea los ojos, y por supuesto, la feliz dentona (siempre la dentona es preferible, la sencilla es un poco gay, sobre todo la del msn messenger que tiene los ojitos azules).

Hace poco una amiga me contó que cuando el novio, que vive en Miami, le dijo que ya no quería usar más su Blackberry, porque prefería usar un teléfono básico sencillo, casi le da un ataque. Sintió una puñalada en su corazón y me contaba que lo peor para ella no era el no tenerlo en el chat para hablar con él siempre que quisiera, si no el hecho de que ahora iba tener que escribir y expresarse en mensajitos de texto (sms) sin emoticons. Era algo así como quitarle corazón o sentimiento a la comunicación, y como se trata una relación a distancia, comprenderán que no es cualquier cosa...

Recuerdo hace muchos años cuando todavía estudiaba en el colegio que me estaba "cayendo" un niño y siempre me saludaba con la carita feliz del msn messenger
"cómo estás mi vida :)"
"qué hay de nuevo princesa :) "
"cuando me dejas llevarte al cine, corazón :)"

Ese niño nunca tuvo la menor de las posibilidades conmigo. El pobre se posicionó en mi mente como el mariquito empalagoso y nunca quise ni pensar en salir con él. (Si no se acuerdan ahora, busquenla en el messenger de MSN. Es de verdad MUY GAY).

Es gracioso como aprovechamos el messenger para decir verdades crudas, siempre acompañadas del besito como para que no duela tanto, o como para que la persona que está del otro lado, recibiendo el mensaje, entienda que es por las buenas que le estamos haciendo esa observación. Si te ponen una carita con la lengua afuera, ya sabes que, o te están vacilando, o te están diciendo "tu-qui-tí, te lo dije, yo lo sabía" jajajaja, algo así como el vulgar "sóbate" (que bueno que ya no tenemos que recurrir a insultar la Real Academia Española para decir algo). 

Hay emoticons que reflejan arrechera, otras que reflejan duda, sueño, gallismo, miedo, náuseas, interrogantes, disculpas, quiero-celebrar, quiero-que-me-llames, quier-estar-contigo, soy-buena, soy-mala, bien-hecho, quiero-beber-cerveza, estoy-deprimida, te-sigo-amando, tengo-el-corazón-roto, lo-puedes-reparar?

Como verán hay emoticons para todo, incluso para las cosas que no sé cómo escribir aquí.


Saturday, May 1, 2010

(Cuento) Taste the rainbow

Me preguntaste muchas cosas ese día, algunas preguntas un poco más fastidiosas que otras. Querías saber todo sobre mí, fuiste de lo más general a lo más particular, como supongo es tu naturaleza.

Empezaste por la edad, luego querías saber cuál era mi ocupación, te paseaste por las distintas posibles religiones y me preguntaste cuál era el color de mis ojos. Querías que te enviara una foto, y yo te regañé. Ya sabes cuál es mi filosofía en este mundo de las citas virtuales. Lo primero es conocernos como persona, internamente. Si eso gusta, después de mínimo seis chats (en seis días distintos) entonces procedemos a enviarnos fotos. Si eso gusta, entonces ya sabemos que no estamos perdiendo nuestro tiempo. Te reías de mí. Claro, era tu primera vez en el mundo cibernauta. Yo soy de la generación Y, en el colegio me dicen “2.0”. Me abrí mi primer email cuando tenía cinco años, apenas acababa de aprender a escribir. Haz la matemática, claro que soy 2.0. Mientras mis hermanas mayores jugaban con muñecas, yo jugaba Tetris en la computadora, y tenía un avatar en Second Life. Tengo quince años y ya he pasado por 9 relaciones cibernautas, no todas han sido buenas pero supongo que he aprendido de las malas lo suficiente como para identificar cuáles son las fallas principales y reparar el sistema. Así tal cual como un disco duro. 

Por supuesto que lo primero que hice cuando me dijiste tu nombre fue googlearte y dar con tu partida de nacimiento. Cuando supe que no eras tanto mayor que yo me alegré, en el fondo creo que siempre tengo un poco de miedo de que al otro lado de la computadora esté un viejo verde pedófilo tratando de quitarse unos años de encima. Tenías, según mis cálculos, tres años más que yo y confieso, este pequeño dato me hizo querer saber todo de ti. Preguntas como ¿qué piensas de la venta de tierras en la Luna?, ¿quién es tu artista favorito? ¿qué canción cantas en la bañera? ¿cuál es la última imagen que se pasea por tu mente antes de dormir cada noche? ¿quién te entiende más, tu mamá o tu papá? , me pasaron por la mente pero tu seguías con tus preguntas básicas y no quería asustarte tan rápido. 


Confieso que me reí cuando me preguntaste si mi cabello era ondulado o liso. ¿Acaso importa? Tu obsesión por descifrar mi físico además de hacerme reir por tu inseguridad sobre mí, me irritaba un poco pues nunca me ha simpatizado mucho la gente muy superficial. Sin embargo, cuando te pregunté ¿por qué? Tu respuesta ‘sólo quiero tener una idea para dibujarte en mi imaginación’ me sacudió y robó una pequeña sonrisa. Me convenció lo suficiente para evitar colocarte dentro de algún estereotipo.
Ahí fue cuando te pusiste creativo, preguntándome cosas como ¿cuál es la primera cita que te viene a la mente? ¿qué país nunca me gustaría visitar? ¿cuántas veces has saltado seguido? y ¿cuándo fue la última vez que  te caíste o que te reíste sin parar por más de tres minutos seguidos? Ya en ese momento me estaba la cosa. Muchas de tus preguntas no las supe responder, por ejemplo que si conocía el Protocolo de Kyoto o  cómo se dice 'me gustas' en mandarin.  Quería quedarme toda la noche chateando contigo y riéndome de tus extrañas ocurrencias. Me sentía como Amelie cuando conoce al otro freak igual que ella. 

La mejor parte vino cuando me preguntaste la pregunta más bizarra de todas, o bueno, la que nunca nadie me había preguntado: ¿Skittles o M&Ms? Si te dijera que me dio risa y miedo tu pregunta, ¿me creerías? 
En la gaveta de mi mesa de noche hay tres bolsitas de Skittles. Esta extraña manía se repite en mi escritorio, cartera, bulto del colegio, y mesa de la sala de mi casa. Soy adicta a los pequeños caramelitos de colores que explotan sabores exquisitos en mi boca mientras se mascan casi como un chicle y se tragan como cualquier caramelo. 
Me dio risa la coincidencia y me dio miedo sólo pensar en la posibilidad de que no fueses un extraño en mi vida si no alguien que me conoce de fondo.  Debes saber de mí que suelo ser muy positiva. Al minuto de haber pensado eso me tranquilicé y te respondí con una carita feliz, no quería darte la respuesta en ese momento, prefería esperar esos seis chats y demostrártelo en una foto, aquí adjunta, por si no la has visto.

Me ha encantado hablar contigo y conocerte.  Estos seis chats han sido inborriables de mi disco duro. Tienes una personalidad muy fácil de llevar, un sentido del humor admirable y temas de conversación casi tan bizarros como los míos. Si no te gusta mi foto y por ende, quieres dejar de hablar, sólo te pido una respuesta al e-m@il. Sin ningún texto en el cuerpo o sujeto. Sólo "RE:      "


Un beso nervioso,

ÌhiÓacQp^imiVtic" 2.0

Así somos las mujeres?

(click en la imagen para verla en grande)

Primero de mayo

Récord del año hasta ahora: ¡15 días sin escribir! Imperdonable, en verdad.

Que mejor día que escribirles que hoy, día de los trabajadores, no hablemos de lo injusto que es el hecho de que haya caido sábado! pero igual es un día para descansar y reflexionar.

Recuerdo haber aprendido en mi clases de Historia que un día como hoy, hace 53 años, el Arzobispo Arias Blanco leyó en misa una carta pastoral escrita por el obispo, en la cual se analizaba la creciente oposición popular al régimen perejimenista, señalando estadísticas de las Naciones Unidas y observaciones propias sobre el proceso de empobrecimiento de los trabajadores venezolanos. La pastoral condenaba el latrocinio, los atropellos y el allanimiento de miles de hogares por parte de la Seguridad Nacional. Se abogaba por la defensa de la clase obrera, y aunque muchos no lo sepan, estas palabras confortaron el ánimo y la resistencia popular acelerando significativamente el proceso que terminó el 23 de enero de 1958 con la caída del gobierno de Pérez Jiménez.

Sé que las circunstancias no son las mismas, ni similares, pero a manera de cultura general y dato curioso quise compartir eso con ustedes.

Ojalá la sociedad civil se organizara y los líderes políticos estuviesen claramente definidos porque a año y medio de elecciones presidenciales yo todavía no sé quienes serían los candidatos, además de nuestro súper competente presidente (@chavezcandanga). ¿Cuándo vamos a tumbar a Chávez? ¿Qué estamos esperando? Siento que nos dan la oportunidad en bandejita de plata y todavía la desechamos. Tenemos que trabajar DURO para tumbarlo. He ahí la conexión de todo...

No sé, sólo una reflexión.

Aprendizajes de abril

- El amor llega cuando menos te lo esperas, queda de ti recibirlo con el corazón abierto y sin prejuicios.
-  En el momento en el que uno empieza a racionalizar sobre el amor, fracasará.
-  There's a big difference between being honest, and being brutally honest. There are things I simply don't need/want/wish to know.
- Mientras más avanzada estas en semestres, más desesperada estas por graduarte. Estoy en noveno y quiero ese título, ¡YA!
- No me gusta que me comparen con otras personas. Sólo hay una persona como yo, ¡y esa soy yo!
- Puedo vivir en tu sonrisa.
-  No dejaré que nada ni nadie me quite el tiempo de hacer lo que más me gusta. Y no es que sea una obsesión, pero no hay razón por la cual uno deba dejar de hacer las cosas que lo hacen feliz a uno... más cuando se trazan metas y sueños en el camino que dependen de eso.
-  Cada día estoy más convencida, en la vida sólo se aprende por medio del "ensayo y error."
- Enamorarse es una experiencia muy linda, aunque no siempre te haga sonreír .
- No me quiero rendir.
-  Las conversaciones por Skype no son conversaciones. Un correo es más romántico y comunica más. 
- Algún día publicaré un libro. No cabe duda! Ojalá y sea más pronto que lejano, pero se dará en su momento y hasta entonces sólo me queda escribir con el corazón y dar lo mejor de mí en todo.
- I can forgive, I can't forget.
-  Aprendí que en la vida sólo cuentas realmente con una persona, y esa lleva tu nombre y tu apellido. Al final del día you only have yourself, por más increíble y hermoso que se sienta compartir tu vida con alguien. No debemos depender de eso.
- In the end, only kindness matters.
- Eso que dicen "las palabras se las lleva el viento", no me convence. Hay ciertas palabras que dejan heridas profundas y que definitivamente, no se las lleva el viento.
- I want to make it work.
- La frase de la película Love Story "Love means never having to say you're sorry" es muy linda pero es utópica, desafortunadamente.
- Lo amo.
- No soporto cuando me pongo cursi.
- No hay mejor remedio para el corazón que escuchar música y escribir.
- Jewel para cuando estoy triste, Alanis cuando estoy molesta y Sarah Maclahlah cuando me siento neutral.
- No querer vivir una experiencia por miedo a resultar herida es lo más estúpido que he hecho en el pasado. Agradezco esta vez haber tomado ese riesgo. 
- No hay nada más hermoso que la paz interior que uno siente al acostarse a dormir y saber con toda certeza que alguien que tu amas está pensando en ti y deseando estar a tu lado. 
 - Sometimes you just have to weigh the pros and the cons and do the math.
- De todas las materias que veo este semestre, sólo me gusta Mercadeo Especializado II.
- Por los vientos que soplan me quedo en Caracas. ¿Post grado online? I don't know. Estoy abierta a sugerencias.
- Amo el cine francés, el café con un poco de canela en la crema y los días lluviosos.
- Quiero una galleta de avena.
- No le tengo mucho respeto a la gente cobarde.
- Quiero un patrocinante hasta que publique mi primer libro. ¿Algún interesado?
- Las motivaciones deben venir de adentro hacia afuera.
- Nada se compara a él.
- Cuerpo sano, mente sana. Aprendí que sí puedo ir al gimnasio y ser feliz al mismo tiempo.
- No soporto una dieta.
- Quiero aprender a tocar guitarra! I wanna be a rock star like my daddy.
- Actions speak louder than words.
- Me gustan las sorpresas, cuando son agradables y no decepcionantes.
- Even if you hands are shaking, and your faith is broken, even if your eyes are closing, say what you need to say, and do it with your heart wide open...
- If you can't see the big picture, then it's not worth it.

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