Hoy salió el sol. Parece poca cosa, o algo muy común y ordinario, sobre todo para quiénes vivimos en Miami. Pero lo cierto es que venimos de seis semanas de constante lluvia, truenos, vientos huracanados (no exagero), una tormenta tropical y muchas muchas ganas de volver a la normalidad.
Tanto fue el tiempo que pasamos atormentados con el rugir del viento y cubiertos de un cielo negro que nos transformó el humor y el ánimo. Aquí estábamos visiblemente deprimidos y desmotivados con tanta nube gris. Quizá fue eso lo que nos hizo bajar la guardia, y las defensas. Quizá esa fue la invitación que necesitó el susodicho Novel-Coronavirus para entrar en nuestro hogar y hacer el ambiente aún más fúnebre.
Pero hoy vino el sol y se trajo consigo el buen humor y la motivación. Las ganas de sentirnos mejor. Las ganas de disfrutar el día a pesar de estar en "arresto domiciliario", o cuarentena, durante 10 días más.
Salió el sol y nos da la sensación de que la peor parte de esta enfermedad ya ha sido superada, pero la verdad es que tampoco nos atrevemos a cantar victoria. Mucho hemos escuchado ya de que cuando todo parece haberse ido, el virus vuelve a atacar. Así que por ahora estamos disfrutando del presente. Sea tregua o nueva realidad, lo que tenemos es el aquí y el ahora.
Así que sin más hoy brindo por un nuevo día, uno que está lleno de posibilidad y de ganas de escribir.