¡Qué ciudad tan magnífica! Viniendo para acá desde Atlanta se hace tan cerca con la hora menos de diferencia que venir para acá es más rápido que pedir un sandwich de Subway. Apesar de la gran desilusión que nos llevamos el primer día al ser negadas el derecho de inscribirnos a votar, hemos hecho de estos cinco días lo mejor y la hemos pasado increíble. New Orleans es una ciudad auténtica, con cultura propia, con comercio local, con una gastronomía exquisita y con una vida nocturna insaciable. Tiene un poco de ese caos que se siente en Miami cuando la contrastas con ciudades más organizadas y civilizadas como Atlanta, Boston, Chicago, etc., pero a la vez tiene esa combinación perfecta entre lo urbano y lo sub-urbano de que puedes caminar la ciudad, usar transporte público o tener un carro sin que éste sea el menor inconveniente. La ciudad cuenta con una arquitectura única en su estilo, casas históricas, cabañas creolinas, townhouses, el French Quarter con las casas o edificios con doble balcones de encaje de hierro, galerías de arte en cada esquina, el jazz que retumba en restaurantes, parques, calles, plazas, etc. La ciudad es una gran celebración de la cultura creolina-caribeña-americana que sólo se puede vivir en New Orleans. Los restaurantes abren hasta bien tarde todos los días, en las noches se respira juventud y alegría, es definitivamente una de las ciudades más interesantes que he visitado. Y me encantaría volver. E incluso no la descartaría como una ciudad para vivir.
*Un leñador*
*que necesita gafas*
*de un hachazo*
*ha matado a un camello.*
27 minutes ago
2 comments:
¡Hasta me provocó ir!
jajaja, gracias! you should go!
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