- Que amo mi país aun cuando se está cayendo a pedazos.
- Que la vida es más fácil cuando Kala (mi golden retriever) esta a mi lado.
- Las cosas que nunca nunca desearía perder caben en una caja de 1mt por 1mt.
- Por alguna razón (seguramente por malcriadez) cuando piso mi casa de Caracas me transformo en una inepta que no sabe cocinar, limpiar, ordenar, tender su cama, etc. Es como si se pasara un suiche en mi cabeza del cuál no tengo control. Cuando regreso a mi apto en Atlanta vuelvo a ser eficiente en materias del hogar, limpieza y cocina.
- Cada vez que voy a Caracas hay menos amigos y más delincuentes.
- Los psicólogos son probablemente los que están siendo más beneficiados con el tema de la inseguridad en Venezuela.
- Vivir de cerca la paranoia de familiares y amigos no es divertido.
- Definitivamente es mejor andar en pie que andar en carro en Caracas.
- Nunca entenderé porque las canillas recién sacadas del horno de cualquier panadería venezolana no existen en los EEUU.
- Forever Pie de Chocolate.
- Comprar algo en El Tijerazo es una pesadilla.
- A veces lo único que necesitas es una tarde bajo el sol con tus amigas para olvidarte de todos tus problemas.
- El Sushi en Caracas le da diez palos al de Atlanta.
- Comer pabellón criollo, pastel de polvorosa, asado en salsa negra con arroz de zanahoria, pasticho de mi madre, y milanesas de carne con queso kraft derretido encima, me devolvió un pedazo de mi alma que se había perdido.
- Extrañaba las parrillas, reuniones y encuentros casuales de amigos caraqueños. No hay discoteca o rumba que le gane a esos planes clásicos.
- La navidad, en mi vida, no pinta más que el estrés de comprar los regalos.
- Me quedé con ganas de ir a la playa.
- Necesito que estemos todos en el mismo lugar/la misma ciudad.
- Passion unattended is a flame that burns to its own destruction.
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