Leí que es importante sentir la conexión y la textura del bolígrafo y del papel. Argumenta la escritora que al teclear, cuando los dedos presionan las teclas, el resultado visual son letras de bloque negras: y por ende un aspecto diferente de uno puede salir a la luz. Ella escribe a mano cuando está escribiendo algo personal o emocional, pero dice que cuando cuenta historias de ficción, lo hace directo en una máquina de escribir. Dice que nuestro mundo interior crea nuestro mundo exterior de la misma forma que el mundo exterior y sus herramientas afectan la forma en la que formamos nuestros pensamientos.
No estoy segura si creo mucho en ésto pues son demasiado años en los que he preferido plasmar mis ideas directo en la computadora. A mí en lo personal, el sonido rítmico del tac tac tac de las teclas mientras las presionas en la computadora es como una gasolina que me enciende por dentro y me empuja y motiva a seguir tecleando, me mantiene activa, no siento que tengo que darle forma a mis pensamientos, es algo mucho más rápido y espontáneo, por eso digo que me cuestiono todo el tema de que escribiendo a mano somos más genuinos o auténticos.
Hablando de ésto con Martín, me dice que quizá es como el efecto de las fotografías digitales. Algo que hablamos mucho. Las fotos han perdido su valor sentimental porque se han vuelto mundanas y demasiado accesibles. Me enerva de mí misma la mala costumbre que tengo de disparar 30 fotos de exactamente lo mismo. No lo entiendo. ¿Por qué? Por qué no mejor tomarse el tiempo para cuadrar bien los elementos necesarios para que esa primera foto sea suficientemente buena para nuestros estándares. Él dice que quizá cuando escribimos en la computadora, no tenemos filtros, no procesamos los pensamientos, plasmamos todo de forma muy rápida y la calidad de la escritura no es la misma. Mientras que si escribimos a mano, te piensas mejor las oraciones, haces un esfuerzo por construir en tu mente lo que quieres plasmar en papel. Yo estoy de acuerdo con él. Pero es casi lo opuesto a lo que argumenta la escritora.
¿Qué piensan ustedes? Esto de escribir a mano me está costando porque no tengo el pulso ni la muñeca entrenada. Mi caligrafía carece de personalidad pues cambia cada cuatro lineas. Si me preocupo por escribir bonito, pienso que ya estoy perdiendo el propósito que me impulsó a escribir a mano para empezar. Cuando escribo en mi cuaderno, no escribo para los demás, escribo para mí. Pero me da gusto leer y entender mis letras. ¿Suena muy loco eso? Supongo que como todo, es costumbre, y poco a poco le iré agarrando el ritmo a mis pensamientos, al mismo tiempo que también espero construir oraciones "mejor pensadas".
Por cierto, esto lo he escrito directo en la computadora.
1 comment:
me encanta la analogía de Martín con la fotografía digital - de verdad que no lo habia pensado!! Tiene full razon, tanto con las fotos como con lo escrito!
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