Hoy, primero de enero, desperté, y al verme en el espejo quise que el reflejo fuese otro. Esta vez me provocó tener el pelo corto, en vez de largo, unas cuantas libras menos y una sonrisa de más. Perdí, en cuestión de segundos, el apetito hacia el desayuno y gané el apetito hacia la vida: ese de querer hacerlo todo, vivir nuevas experiencias y aprender más que nunca las infinitas cosas que aún desconozco. Me dieron ganas de contarte anécdotas sobre todos aquellos viajes estrambóticos que aún no he hecho; agarrar mi cuaderno y empezar un nuevo diario para llenar de aventuras de todo tipo; también quise llamarlo a él y preguntarle ¿por qué ella y no yo? Pero de pronto el reflejo me sonrió y comprendí todo lo que me costó llegar ahí. A ese instante. A ese reflejo. A esa reflexión.
No pude salir corriendo a la peluquería, ni me provocó hacer una limpieza de clóset. Sin embargo pensé en cambiarle el look a mi más preciado tesoro: este blog. Así que los saludo, en el comienzo de una nueva década, con un cambio radical de imagen, de la que espero no nos cansemos muy pronto.
2 comments:
bello tu nuevo template!
Todo lo q hemos hecho nos trae a lo q somos ahorita, eso es muy cierto. Y no se puede negar que unas cuantas cosas de nuestras "yo" nos gustan, ¿o me equivoco?
:) Disfruta tu año
saludos
Me gusta que hayas sacado tan buenas conclusiones de algo tan pequeño e insignificante como ... un reflejo de espejo. A mi suele sucederme lo mismo... darle un "refresh" a algo mio representa un "refresh" para mi tambien. Besos.
Salu2
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