Hoy fui a tomar unas fotos de un producto en el edificio de una amiga que queda en la bahía de "Bay Harbour". El edificio tiene una piscina idílica al pie del agua -que allí luce color turquesa Cancún- con un muelle muy lindo para quien quiera pescar, saltar al mar a echarse un chapuzón o salir en bote. El día estaba radiante. El viento no se sentía. Y no sé si fue porque tenemos tres meses con un clima horrible (para estándares miameros, míos), pero sentía que estaba en medio de una experiencia sensorial que me pedía a gritos ponerme el traje de baño e ir a la playa a solearme como una teja. Me sentía que estaba de vacaciones (cuando en realidad estaba trabajando). Es increíble pero para mí la playa es sinónimo de relajación, buenas vibras, y felicidad. Lo disfruto igual que cuando tenía 4 años y mi mamá nos llevaba a pasar todo el verano en Margarita, el lugar que más extraño desde que me mudé a Estados Unidos. Sé que no es verano aún pero se siente que está llegando y no puedo esperar a otra vez cargar la maleta del carro con toda la parafernalia playera y lanzarnos para la playa cada vez que tengamos un chance (aunque se me llene la cara de mil y un pecas y manchas).
*Un leñador*
*que necesita gafas*
*de un hachazo*
*ha matado a un camello.*
1 hour ago
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