Parece una foto 'blanco y negro', y en cierta forma lo es, solo que ésta no tiene filtro.
Miami ha estado completamente gris y b&w los últimos 10 días. Tengo cuatro años viviendo aquí, y nunca me había tocado algo similar. Lo que impacta es más lo bizarro de esta experiencia, que lo inoportuno: ya cuando llega el verano, y lo que quieres es tomar sol e ir a la playa, ¡no ves luz, literalmente!
Porque no les estoy hablando de un par de horas en la tarde, o en la mañana. Son diez días de lluvias continuas, todo el día, toda la madrugada, cielo gris. Así como cuando crees que son las 6 de la tarde, pero realmente son las 9 de la mañana. Algo así. En algún punto me metí en el sitio web del Weather Channel a ver el pronóstico del resto del mes, y hasta el 18 de junio, ¡todos los días grises con lluvia!
Hace unos meses, me hubiese agarrado de mi excusa de que soy "fotosensible" y quizá hubiese pasado 10 días en cama, por un lado medio desanimada y por otro también disfrutándolo (quienes me conocen saben que pocas cosas las disfruto tanto como estar "encamada").
Pero esta vez creo que me hizo mas bien no tomar por sentado un día soleado. Me hizo encontrar la belleza en la neblina, en la lluvia que hidrata las plantas, y el divino ruido que hace la lluvia al caer, que inspira de todo un poco, desde escuchar Norah Jones, escribir en este blog y hasta echarme en cama a leer. (Infinitas siestas también).
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