Círculos van y círculos vienen en mi mente. Se dibujan sobre nubes redondas, circunscritas en el cielo, colgándose de otras nubes que a su vez, tienen mil circunferencias adentro. Son pensamientos que circulan por mi mente que redondean mi manera de idear. Son círculos que intentan encerrar ideas concretas e ideas abstractas. Círculos que vienen y van, que se abren y se cierran, que son negros y son blancos, que se transforman y se vuelven círculos nuevamente. Son sabores de expresiones simultáneas e ideologías absurdas que nuevamente hacen un nudo en mi cabeza. Los círculos de mi imaginación no cesan, circulan en todas las direcciones y en todos los sentidos posibles. Intentan crear situaciones existenciales, se basan en la filosofía y se excusan con fórmulas matemáticas que ni ellos logran descifrar. Se superan, se exasperan, se sobreponen y se congelan. Son ellos, los círculos, los que hacen que me duela la cabeza. No paran, no dejan de circular por todos lados. Crecen y decrecen. De repente todo se vuelve gris y poco a poco van desapareciendo algunos, mientras otros titilan, alarmándome que ellos siguen ahí, y que no se van para ningún lado. Yo intento jugar con ellos, imagino rostros dentro de ellos, objetos de deseo, se convierten en peras, manzanas, cerezas, dátiles, almendras, avellanas, y poco a poco lo que parecía una pesadilla se convierte en un sueño muy agradable, es el sueño de los círculos del deseo.
Ana Cristina Sosa Morasso
2 comments:
Mientras sean círculos y no cuadrados vas bien...
mis pensamientos ahorita son lineales y paralelos, tienen una condimentación melancolica de tiempos pasados.....me gusta tu bitácora saludos
Post a Comment