Abuelito, donde quiera que estés, ¡feliz cumpleaños! Viviste casi un siglo, eso no es cualquier cosa.
Te imagino allá arriba, en el cielo, gozando de una salud digna, corriendo por la inmensidad azul en un mundo fantástico, junto a tu mamá y papá y tus mejores amigos, a quienes habías perdido hace muchos años. Sé lo mucho que los extrañaste.
Te imagino sonriente, a sabiendas de que vives todavía, en cada uno de tus hijos, en cada uno de tus nietos y bisnietos. Sembraste muchas cosas en nosotros, entre ellas: amor, determinación, cariño, inteligencia, dedicación y esfuerzo por cumplir nuestras metas. Valores infinitos que siempre estarán presentes en la familia a la que tanto tiempo y amor le dedicaste.
Desde aquí abajo te estamos recordando siempre, aunque nos haces mucha falta, estamos contentos de que estés descansando allá arriba. Imagino el cielo como un lugar espléndido, clásico y elegante, así como tú siempre lo fuiste. Siempre he pensado que en el cielo de cada uno de nosotros tiene que existir lo mejor de las ciudades que más amamos. Te imagino paseando por L'Champs Elysee en primavera, cruzando a la derecha para agarrar la Quinta Avenida, que en vez de bordear el Central Park, roza los límites de El Ávila. Luego, atraviesas el Danubio sobre uno de tus majestuosos puentes y caes en la Calle Madrid de Las Mercedes, donde viviste por tantos años.
Allá arriba tienes por supuesto, tu despacho de Popin, donde te paseas por Sudokus y libros de literatura clásica. Sé que allá no recibes El Nacional ni El Universal, como solías recibirlos aquí. En vez, te llega el Morasso Daily con todos los acontecimientos familiares para que no te pierdas de todo lo que ocurre en tu familia. La carta editorial, como ya sabrás, la escribe tu tintina cada noche antes de dormirse cuando sólo puede pensar en ti. Los artículos de opinión, tu nieta menor, a la que siempre le encantó leerte todos sus escritos.
Como estás en el cielo, y allá arriba no hay limitaciones tecnológicas ni técnicas, el Morasso Daily tiene también su versión noticiero, con toda clase de videos incluidos, realizados por tu muy querida nieta del medio. Sé que cuando tengas problemas técnicos trabajarás tu magia para que tus nietos computistas te echen una mano, desde dónde sea que estén. El poder de la mente lo puede todo.
Allá arriba volviste a tu rutina del guisquisito a las 6 PM, a esa hora te multiplicas por cuatro para estar con cada uno de tus cuatro hijos y sentirlos más cerca que nunca porque no hay distancia, ni límites para el amor paternal cuando se quiere de esa manera.
No me preguntes cómo, pero también tengo la certeza de que, desde allá arriba, todos los domingos te despiertas en la mente de tu nieto mayor para que siga coordinando los almuerzos familiares, no vaya ser que algún día se pierda tan linda tradición. Le cuentas a Wiwi sobre las aventuras de tu vida y mínimo un día a la semana te trasladas a Miami para ver a tu nieta mayor y a tu bisniet@, que viene en camino. A los demás bisnietos los visitas en horario escolar, siempre vigilando su rendimiento académico porque te sientes orgulloso de que todos y cada uno de ellos heredaron tus genes de pensamiento brillante.
Cada noche, sin embargo, te vienes para acá y te arropas fuertemente junto a tu Tintina para que sepa que aunque estás allá, también estás acá, con ella, siempre con ella. Sesenta años de matrimonio, y sigues contando los días, pero ahora desde allá arriba.
Son 92 años, abuelito, no es cualquier cosa. Te amamos mucho y estamos celebrando contigo, en nuestros corazones.
Desde aquí abajo te estamos recordando siempre, aunque nos haces mucha falta, estamos contentos de que estés descansando allá arriba. Imagino el cielo como un lugar espléndido, clásico y elegante, así como tú siempre lo fuiste. Siempre he pensado que en el cielo de cada uno de nosotros tiene que existir lo mejor de las ciudades que más amamos. Te imagino paseando por L'Champs Elysee en primavera, cruzando a la derecha para agarrar la Quinta Avenida, que en vez de bordear el Central Park, roza los límites de El Ávila. Luego, atraviesas el Danubio sobre uno de tus majestuosos puentes y caes en la Calle Madrid de Las Mercedes, donde viviste por tantos años.
Allá arriba tienes por supuesto, tu despacho de Popin, donde te paseas por Sudokus y libros de literatura clásica. Sé que allá no recibes El Nacional ni El Universal, como solías recibirlos aquí. En vez, te llega el Morasso Daily con todos los acontecimientos familiares para que no te pierdas de todo lo que ocurre en tu familia. La carta editorial, como ya sabrás, la escribe tu tintina cada noche antes de dormirse cuando sólo puede pensar en ti. Los artículos de opinión, tu nieta menor, a la que siempre le encantó leerte todos sus escritos.
Como estás en el cielo, y allá arriba no hay limitaciones tecnológicas ni técnicas, el Morasso Daily tiene también su versión noticiero, con toda clase de videos incluidos, realizados por tu muy querida nieta del medio. Sé que cuando tengas problemas técnicos trabajarás tu magia para que tus nietos computistas te echen una mano, desde dónde sea que estén. El poder de la mente lo puede todo.
Allá arriba volviste a tu rutina del guisquisito a las 6 PM, a esa hora te multiplicas por cuatro para estar con cada uno de tus cuatro hijos y sentirlos más cerca que nunca porque no hay distancia, ni límites para el amor paternal cuando se quiere de esa manera.
No me preguntes cómo, pero también tengo la certeza de que, desde allá arriba, todos los domingos te despiertas en la mente de tu nieto mayor para que siga coordinando los almuerzos familiares, no vaya ser que algún día se pierda tan linda tradición. Le cuentas a Wiwi sobre las aventuras de tu vida y mínimo un día a la semana te trasladas a Miami para ver a tu nieta mayor y a tu bisniet@, que viene en camino. A los demás bisnietos los visitas en horario escolar, siempre vigilando su rendimiento académico porque te sientes orgulloso de que todos y cada uno de ellos heredaron tus genes de pensamiento brillante.
Cada noche, sin embargo, te vienes para acá y te arropas fuertemente junto a tu Tintina para que sepa que aunque estás allá, también estás acá, con ella, siempre con ella. Sesenta años de matrimonio, y sigues contando los días, pero ahora desde allá arriba.
Son 92 años, abuelito, no es cualquier cosa. Te amamos mucho y estamos celebrando contigo, en nuestros corazones.
3 comments:
Happy Birthday Gramps! Ani para lo de "Quizás también le interese" que tengo en el blog metete aquí: http://www.linkwithin.com/learn?ref=widget Ahi lo configuras y ellos te explican paso a paso.
aniviris q lindo t quedo, me sacaste unas cuantas lagrimitas boba, no se vale!
=(
Feliz cumple señor abuelito de Ani!
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