Me preguntaste muchas cosas ese día, algunas preguntas un poco más fastidiosas que otras. Querías saber todo sobre mí, fuiste de lo más general a lo más particular, como supongo es tu naturaleza.
Empezaste por la edad, luego querías saber cuál era mi ocupación, te paseaste por las distintas posibles religiones y me preguntaste cuál era el color de mis ojos. Querías que te enviara una foto, y yo te regañé. Ya sabes cuál es mi filosofía en este mundo de las citas virtuales. Lo primero es conocernos como persona, internamente. Si eso gusta, después de mínimo seis chats (en seis días distintos) entonces procedemos a enviarnos fotos. Si eso gusta, entonces ya sabemos que no estamos perdiendo nuestro tiempo. Te reías de mí. Claro, era tu primera vez en el mundo cibernauta. Yo soy de la generación Y, en el colegio me dicen “2.0”. Me abrí mi primer email cuando tenía cinco años, apenas acababa de aprender a escribir. Haz la matemática, claro que soy 2.0. Mientras mis hermanas mayores jugaban con muñecas, yo jugaba Tetris en la computadora, y tenía un avatar en Second Life. Tengo quince años y ya he pasado por 9 relaciones cibernautas, no todas han sido buenas pero supongo que he aprendido de las malas lo suficiente como para identificar cuáles son las fallas principales y reparar el sistema. Así tal cual como un disco duro.
Por supuesto que lo primero que hice cuando me dijiste tu nombre fue googlearte y dar con tu partida de nacimiento. Cuando supe que no eras tanto mayor que yo me alegré, en el fondo creo que siempre tengo un poco de miedo de que al otro lado de la computadora esté un viejo verde pedófilo tratando de quitarse unos años de encima. Tenías, según mis cálculos, tres años más que yo y confieso, este pequeño dato me hizo querer saber todo de ti. Preguntas como ¿qué piensas de la venta de tierras en la Luna?, ¿quién es tu artista favorito? ¿qué canción cantas en la bañera? ¿cuál es la última imagen que se pasea por tu mente antes de dormir cada noche? ¿quién te entiende más, tu mamá o tu papá? , me pasaron por la mente pero tu seguías con tus preguntas básicas y no quería asustarte tan rápido.
Confieso que me reí cuando me preguntaste si mi cabello era ondulado o liso. ¿Acaso importa? Tu obsesión por descifrar mi físico además de hacerme reir por tu inseguridad sobre mí, me irritaba un poco pues nunca me ha simpatizado mucho la gente muy superficial. Sin embargo, cuando te pregunté ¿por qué? Tu respuesta ‘sólo quiero tener una idea para dibujarte en mi imaginación’ me sacudió y robó una pequeña sonrisa. Me convenció lo suficiente para evitar colocarte dentro de algún estereotipo.
La mejor parte vino cuando me preguntaste la pregunta más bizarra de todas, o bueno, la que nunca nadie me había preguntado: ¿Skittles o M&Ms? Si te dijera que me dio risa y miedo tu pregunta, ¿me creerías?
En la gaveta de mi mesa de noche hay tres bolsitas de Skittles. Esta extraña manía se repite en mi escritorio, cartera, bulto del colegio, y mesa de la sala de mi casa. Soy adicta a los pequeños caramelitos de colores que explotan sabores exquisitos en mi boca mientras se mascan casi como un chicle y se tragan como cualquier caramelo.
Me dio risa la coincidencia y me dio miedo sólo pensar en la posibilidad de que no fueses un extraño en mi vida si no alguien que me conoce de fondo. Debes saber de mí que suelo ser muy positiva. Al minuto de haber pensado eso me tranquilicé y te respondí con una carita feliz, no quería darte la respuesta en ese momento, prefería esperar esos seis chats y demostrártelo en una foto, aquí adjunta, por si no la has visto.
Me ha encantado hablar contigo y conocerte. Estos seis chats han sido inborriables de mi disco duro. Tienes una personalidad muy fácil de llevar, un sentido del humor admirable y temas de conversación casi tan bizarros como los míos. Si no te gusta mi foto y por ende, quieres dejar de hablar, sólo te pido una respuesta al e-m@il. Sin ningún texto en el cuerpo o sujeto. Sólo "RE: "
Me ha encantado hablar contigo y conocerte. Estos seis chats han sido inborriables de mi disco duro. Tienes una personalidad muy fácil de llevar, un sentido del humor admirable y temas de conversación casi tan bizarros como los míos. Si no te gusta mi foto y por ende, quieres dejar de hablar, sólo te pido una respuesta al e-m@il. Sin ningún texto en el cuerpo o sujeto. Sólo "RE: "
Un beso nervioso,
ÌhiÓacQp^imiVtic" 2.0
1 comment:
Ani, me encanta... super fino! un beso!
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