Ok, Ok, lo sé. Demasiado tiempo sin escribir aquí. Pero créanlo o no, se necesitan mucho más de cuatro meses de ausencia para que yo sienta que realmente he abandonado este blog. Porque la verdad es que aunque me ausente un tiempo, nunca dejo de pensar en él y en todo lo que me ha brindado todos estos años. Este espacio para mí es muy preciado y sobre todo saber que los tengo a ustedes leyendo lo que escribo por aquí!! Ojalá todavía quede alguien, aunque no me extrañaría si ya se fueron todos buscando a otros bloggers más constantes que yo (y sinceramente, no los culpo). Les cuento que mi vida en Atlanta ha sido increíble! Estoy lo más feliz que he estado en muchísimos años. Aquí he logrado una vida súper balanceada, libre de inseguridades, con una libertad e independencia increíble. Me he dedicado muchísimo a la escritura creativa, sobre todo en formato de guión cinematográfico, de sitcom, de dramas de TV, he escrito varios "Short Stories"e incluso varios artículos de no ficción. Todo lo he escrito en inglés, creo que por eso me ha costado pasarme el suiche y seguir escribiendo aquí en español pero ahora que me puse a leer los últimos posts de ustedes me di cuenta de lo hermoso que es el Castellano y la grandísima falta que me hace escribir en mi madre lengua. Trataré de alternar y escribir más por aquí! Esta noche estoy procastinando mi última entrega del semestre: un cuento 'corto' de como ocho páginas que tiene que ser relacionado con el tema de la comida. Estoy pensando en escribirlo sobre un hombre de 60 años solo, retirado y deprimido (pienso en el de Scent of a Woman) que se quiere suicidar y hace un bucket list en el que escribe comer una cena en el mejor restaurante, el más exquisito, en NYC. Emprende una búsqueda de restaurantes, lee miles de guías culinarias al estilo Zagat y unas más underground. Empieza a leer menús aquí y menús allá. Total que se involucra tanto en el mundo gastronómico de Nueva York que encuentra una razón para vivir: dedicarse a comer divino el resto de su vida. Algo así, ¿será muy cursi? ¡Bueno! Ya no tengo ni chance de pensarlo más. Los dejo para empezar con el cuento. Un graaaan abrazo.
Sunday, December 11, 2011
Monday, October 31, 2011
Hotel Justicia
Escrito por Victoria Carrascosa
Acabar con la vida de casi un centenar de jóvenes y cumplir una condena en una prisión de lujo: este es el caso de Anders Behring Breivik, quien, hace algunas semanas cometió el peor crimen en la historia de Noruega, al asesinar a 68 jóvenes del Partido Laborista en un tiroteo en la isla de Utoya y colocar una bomba en el centro de Oslo, que dejó un saldo de ocho fallecidos. Situaciones como estas nos hacen pensar en el sentido de la palabra justicia.
Celdas equipadas con televisores de pantalla plana, refrigeradores y baños individuales, acceso a teléfono celular e Internet, pistas polideportivas, gimnasio, biblioteca, clases de cocina, música e incluso un estudio de grabación son solo algunos de los amenities de la prisión Halden Fengsel en las afueras de Oslo, en la cual Breivik podría pasar los próximos 21 años, pena máxima establecida en el sistema legal noruego. Durante su estadía en una de las cárceles más progresistas del mundo, los presos cuentan con asesoramiento psicológico, un sistema de encuestas sobre su experiencia en prisión y un desarrollado proyecto de reinserción laboral, al momento del check-out.
En Latinoamérica, asesinos del calibre de Breivik comparten celdas con delincuentes que cumplen sentencias por delitos comunes, posesión de drogas o disidencia política. En la gran mayoría de los casos, los presos latinoamericanos pagan su condena hacinados, con falta de comida, pocas camas y en pésimas condiciones de higiene. En casos más extremos, los reclusos sufren torturas y extorsiones tanto por el personal judicial como por las bandas de crimen organizado dentro de los centros penitenciarios.
Según un artículo de la revista Time, en Noruega tan solo 20% de los reclusos reinciden en crímenes una vez cumplida su condena. Sin embargo, en Latinoamérica la cifra de reincidencia, aunque no es clara, no desciende del 60%. Tomando como base las cifras anteriores, surge la interrogante: ¿por qué más de la mitad de los presos latinoamericanos se arriesgaría a volver a lo infernal de las cárceles donde cumplieron una condena previa? La cárcel como sistema de justicia, es lo que la mayoría de nosotros ve. Pero un buen sistema judicial va más allá de las celdas-suites. Políticas de reinserción laboral, seguridad social, estabilidad económica, entre otros, son los factores que verdaderamente determinan el destino de un criminal luego de pagar sus años de cárcel.
La legislación noruega se enfoca en la recuperación de los criminales y su reinserción en la sociedad, más que en el castigo por sus culpas. En Latinoamérica, las condiciones de subdesarrollo no permiten que se contemple el futuro de un criminal luego de salir en libertad. Es por esta razón que nuestras cárceles están cada vez en peores condiciones de sobrepoblación y nuestros presos lejos de ser juzgados con una vara que garantice, indistintamente del crimen que hayan cometido, sus derechos humanos.
Acabar con la vida de casi un centenar de jóvenes y cumplir una condena en una prisión de lujo: este es el caso de Anders Behring Breivik, quien, hace algunas semanas cometió el peor crimen en la historia de Noruega, al asesinar a 68 jóvenes del Partido Laborista en un tiroteo en la isla de Utoya y colocar una bomba en el centro de Oslo, que dejó un saldo de ocho fallecidos. Situaciones como estas nos hacen pensar en el sentido de la palabra justicia.
Celdas equipadas con televisores de pantalla plana, refrigeradores y baños individuales, acceso a teléfono celular e Internet, pistas polideportivas, gimnasio, biblioteca, clases de cocina, música e incluso un estudio de grabación son solo algunos de los amenities de la prisión Halden Fengsel en las afueras de Oslo, en la cual Breivik podría pasar los próximos 21 años, pena máxima establecida en el sistema legal noruego. Durante su estadía en una de las cárceles más progresistas del mundo, los presos cuentan con asesoramiento psicológico, un sistema de encuestas sobre su experiencia en prisión y un desarrollado proyecto de reinserción laboral, al momento del check-out.
En Latinoamérica, asesinos del calibre de Breivik comparten celdas con delincuentes que cumplen sentencias por delitos comunes, posesión de drogas o disidencia política. En la gran mayoría de los casos, los presos latinoamericanos pagan su condena hacinados, con falta de comida, pocas camas y en pésimas condiciones de higiene. En casos más extremos, los reclusos sufren torturas y extorsiones tanto por el personal judicial como por las bandas de crimen organizado dentro de los centros penitenciarios.
Según un artículo de la revista Time, en Noruega tan solo 20% de los reclusos reinciden en crímenes una vez cumplida su condena. Sin embargo, en Latinoamérica la cifra de reincidencia, aunque no es clara, no desciende del 60%. Tomando como base las cifras anteriores, surge la interrogante: ¿por qué más de la mitad de los presos latinoamericanos se arriesgaría a volver a lo infernal de las cárceles donde cumplieron una condena previa? La cárcel como sistema de justicia, es lo que la mayoría de nosotros ve. Pero un buen sistema judicial va más allá de las celdas-suites. Políticas de reinserción laboral, seguridad social, estabilidad económica, entre otros, son los factores que verdaderamente determinan el destino de un criminal luego de pagar sus años de cárcel.
La legislación noruega se enfoca en la recuperación de los criminales y su reinserción en la sociedad, más que en el castigo por sus culpas. En Latinoamérica, las condiciones de subdesarrollo no permiten que se contemple el futuro de un criminal luego de salir en libertad. Es por esta razón que nuestras cárceles están cada vez en peores condiciones de sobrepoblación y nuestros presos lejos de ser juzgados con una vara que garantice, indistintamente del crimen que hayan cometido, sus derechos humanos.
Tuesday, August 23, 2011
My new life
Ok, he estado ya demasiado tiempo desaparecida de mi propio blog. Creo que ya es tiempo para contarles dónde he estado y qué he estado haciendo todo este tiempo. En las últimas tres semanas mi vida dio un vuelco de 180 grados (y esto no es metaforicamente hablando, es así tal cual!). Hace tiempo les conté que fui aceptada en una maestría de escritura creativa en Atlanta. No quería cantar victoria hasta que no me dieran mi visa (se han escuchado cuentos), de ahí el cuento pseudo ficción que publiqué a mediados de Julio "siete días"... siete días para que se definiera mi futuro inmediato.
Una vez aprobada mi visa mi futuro inmediato arrancó, a toda velocidad. Lo primero fue aprender a manejar sincrónico. Lo segundo fue llegar a Atlanta. Lo tercero fue conseguir vivienda (a última hora me salió un cuarto en la universidad y es lo más cómodo del mundo) y lo cuarto fue aprender a cocinar. Check! Check! Check! Check!
Entre compartir con mi papá la primera semana, luego las orientaciones, primeras clases, hacer "bonding" con mis roommates (compartimos un apartamento de cuatro cuartos), con mi pseudo-nueva hermanita (que tiene 19 años y también estudia aquí el Pre-Grado), mi nueva adquirida disciplina de ir al gimnasio todos los días y el hobby de poner mi cuarto lo más acogedor posible, en verdad no había tenido chance de sentarme a contarles nada. Pero todo eso está apunto de cambiar porque estoy aquí por una razón nada más.
Y esa razón o motivo ya lo saben. Dedicarme 100% a escribir.
Así que a partir de hoy no existen excusas de ningún tipo. Porque así sea los cuentos y guiones que tengo que escribir para mis clases los puedo poner aquí. (Y ojo, trataré de no ser tan chaborra, de ponerles material 100% para ustedes).
Long story short, I'm back baby! Wish me luck :)
Monday, July 18, 2011
-She said-He said moment
She said:
- Listen, about last night... I think it was all the champaign I drank
He said:
- What do you mean? What about last night?
She said:
- You're new at this, aren't you? When a woman gives it to you straight, don't give her a line like you don't remember
(Guess the movie ¿?)
- Listen, about last night... I think it was all the champaign I drank
He said:
- What do you mean? What about last night?
She said:
- You're new at this, aren't you? When a woman gives it to you straight, don't give her a line like you don't remember
(Guess the movie ¿?)
Sunday, July 17, 2011
What a J-E-R-K
Esto que les voy a contar ocurrió así, en la vida real, un buen día en Nueva York. Una amiga mejicana de una amiga, súper fan de Gossip Girl, pero más aún fan del personaje actor que interpreta a Chuck Bass (Ed Westwick), un día estaba comiendo en un restaurant y se lo encontró.
Viene al caso contarles que la amiga de mi amiga (y también mi amiga) estudiaron actuación en una de las mejores academias del EEUU. Ella siempre cargaba siempre con su “Headshot” en la cartera, porque nunca sabes cuándo se puede presentar LA OPORTUNIDAD.
Pues ese día divisó unas cuantas mesas más allá al famoso Ed Westwick. Estaba con su novia (Vanessa de Gossip Girl) y tres modelos. La amiga de mi amiga, luego de calmar su emoción, decidió que esta era su oportunidad de oro, que tenía que acercase a presentarse y darle su Headshot para ver si, conmovido por su súper fan, Chuck Bass la podría ayudar.
Con todo el coraje que requirió el caso, se paró e hizo tal como se planteó. Al presentarse, Ed Westwick se empezó a reír descaradamente de ella. Ella, igual, aprovechó que ya había hecho medio ridículo y sacó su headshot, al mismo tiempo preguntándole que si se lo podía dar… El chico se rió más aún de ella y le preguntó ¿Y qué se supone que voy hacer con eso?, acto seguido mira a su novia, y se empiezan a reír los dos. Y en eso le siguen las modelos. Y la pobre estaba ahí, en shock, ridiculizada, viendo a su ídolo tratarla como una m*erda.
Y yo me pregunto, ¿es que acaso Ed Westwick nació famoso? ¿Acaso ese mocoso nunca tuvo un momento de humildad en el que no era famoso, y tenía que jalar mecate y realizar mil audiciones para poder conseguir algo? ¿Cómo es posible que ese idiota no pueda relacionarse con ella, sonreírle a su fan, y decirle, así sea sólo por aparentar, “claro, déjamela, un abrazo y te deseo mucho éxito”?
Ahí es cuando digo. WHAT A JERK. Sí, está bien, no es lo más “cool” interrumpir a un famoso en plena comida pero vamos, tampoco es para reírte de la persona en cuestión y hacerla sentir mal. Más cuando además, se presenta declarándose su fan.
Ughh. Makes me hate Gossip Girl even more.
Saturday, July 16, 2011
(Cine-Crítica) Agua para elefantes
Anoche vi una de las películas más lindas que he visto en mucho tiempo. Se trata de Agua para elefantes, un film basado en el aclamado best-seller de Sarah Gruens, una historia de circo, con mucho corazón, ubicada a principios de los años 30’s, durante la gran depresión norteamericana.
Para resumir la trama, sin arruinarles la historia, Jacob Jancowski (Rob Pattinson) pasó de tenerlo todo a tener nada, en un abrir y cerrar de ojos. Con una eduación Ivy League de veterinario –incompleta- bajo su manga, se encontró a si mismo caminando por un camino de tierra sin absolutamente nada a qué llamar suyo. De nuevo, su vida cambiaría por completo, cuando el destino lo hace cruzar caminos con el tren del circo Benzini que lo adoptaría como trabajador, veterinario y eventualmente como cuidador/domador/entrenador de Rosie, una hermosa elefante que August, el dueño del circo, adquirió con aras de convertirse en la atracción principal del espectáculo.
En este trayecto nos sumergimos en la vida de circo, una vida nómada, pobre de recursos pero rica en experiencias. Llena de talento, risas, crueldades injustificadas, animales de cualquier tipo y personajes excéntricos. Al ver la película, somos testigos de un turbulento triángulo amoroso. Nos enamoramos de Jacob, un muchacho noble y trabajador, responsable, (y sencillamente espectacular). Conocemos a Marlena, la hermosa esposa de August, quien es la estrella principal del circo. August, por su parte, interpretado por Christoph Waltz, es un hombre psicótico, agresivo, compulsivo, en momentos lo amas, en momentos lo odias.
En esta película vemos a un Robert Pattinson más maduro, menos amateur, realizando una interpretación impecable, sacando a la luz la complejidad de emociones que puede tener un joven en la situación de Jacob Jancowski. Físicamente también mejoró su apariencia si lo comparamos con la de Remember Me, o incluso, en la saga de Twilight.
Por otro lado, la actuación de Reese Witherspoon como Marlena es buena pero no es espectacular. Le falta más pasión, más química. Es un poco fría y rígida en algunas escenas en las que bien ha podido ser más suelta, agraciada y entregada. Aquí la vemos lo más delgada que la hemos visto jamás.
Sin embargo, sin lugar a dudas, el que se lleva todos los premios es Cristoph Waltz, quien una vez más triunfa al interpretar a un loco degenerado que en un abrir y cerrar de ojos puede transformarse de ser el hombre más dulce y simpático, al más cruel y desgraciado.
La dirección artística de la película es buena, aunque ha podido ser mejor. En momentos realmente no sentimos casi la depresión estadounidense, y para ser un tren que viajó por todos los Estados Unidos, nos faltó más visual de los paisajes. Sin embargo, en lo que corresponde al circo: los trenes, las carpas, los vestuarios de personajes, animales, etc-, todo muy bien representado.
En definitiva es una película llena de alma durante la cual van a disfrutar mucho adentrarse en la historia. ¡Vayan a verla! Y me cuentan qué tal. También, si alguno de mis lectores se leyó el libro, y vio la película, cuéntenme qué les pareció. Yo ahora voy a buscar el libro para leerlo. Siempre me ha parecido menos decepcionante hacerlo al revés.
Friday, July 15, 2011
Happiness is a mood, not a destination
La búsqueda de ser felices se puede simplificar por mil si entendemos que la felicidad es simplemente un estado de ánimo y no un destino en nuestras vidas. Hace un tiempo me topé con esta frase -sinceramente, ya ni me acuerdo de dónde- y la guardé en mi celular. Porque entendí, en ese momento, que en la vida debemos trabajar y actuar para muchas cosas, (actuando como en el mantra que puse abajo) y sí, debemos ser felices en el proceso, pero el fin último no debe ser la felicidad, porque la felicidad es un estado de ánimo que aparece unas horas al día, mientras que otras tal vez estamos llenos de otros sentimientos. A veces estamos a la expectativa, o estamos cansados, o melancólicos, o pensativos, o celosos, o enamorados, o que se yo. Debemos trabajar para lograr lo que queramos lograr en la vida, y debemos intentar se felices en el proceso. Pero si lo vemos como algo lejano, como algo distante, algo a lo que tenemos que llegar, de alguna forma nos impide vivirla en el momento. ¿Y quién dijo que no se puede ser feliz todos los días? ¿Quién dice que no se puede encontrar la alegría en las cosas más ínfimas de nuestra rutina? Quién dice que no podemos, también, disfrutar de la nostalgia. Vivirla, sentirla. Creo que esta frase me ayudó mucho a entender la vida.
Los personajes que me agregan a Facebook
Necesito saber si soy la única. Pero desde hace como un año para acá, no me agregan al Facebook personas que acabo de conocer en la vida real, ni amigos añejos que tengo siglos sin ver, ni amigos blogueros que me comentan o que comparten conmigo sus vidas, no. Me agregan una serie de personajes bizarros con los que no tengo ni un amigo en común partido por la mitad. Personas de otros países, incluso, con nombre extraños, fotos robadas de Google Images en algunos casos, y otros casos fotos como para espantar pájaros (o en este caso, sifrinas como yo). Esto me tiene un poco aterrada. No sé por qué ni cómo me consiguen pues, si no me conocen, no tienen amigos en común conmigo, no me han podido confundir con otra Ana Sosa porque bastante largo que edité mi nombre en Facebook. Entonces, ¿de dónde carajo salieron? Si son lectores, perdónenme. Pero lo lógico es que me escriban un comentario antes de agregarme al Facebook (algo que considero súper personal).
Por favor, díganme si esto les sucede a ustedes también. Algunos ejemplos: (hagan click en la imagen para verla en grande y poder leer los textos)
Thursday, July 14, 2011
(Cuento-Ficción) De regreso a la provincia
Cinco años en Nueva York se cuentan fáciles. Pero cuando vienes como yo, de la provincia, de hectáreas y hectáreas de tierras donde se siembran infinidad de girasoles y demás flores campestres, no se viven tan fáciles. A los 18 años, yo quería un cambio. Quería salir de ese paisaje verde y cambiarlo por miles de edificios altos y modernos. Quería cambiar la grama, por el asfalto. Los atardeceres, por el metro. El silencio por la bulla y la soledad por la compañía.
En medio de mi ingenuidad, yo sabía muy bien que Nueva York representaba un reto pues habían muchas preguntas a las que yo no tenía respuesta. Por ejemplo, ¿dónde viviría? ¿Cómo pagaría la renta? ¿Qué comería y cómo pagaría la comida? Muchas inseguridades surgieron, pero nunca, nunca imaginé que estas preguntas se responderían solas con la determinación de quedarme en aquella ciudad mágica, llena de luces, de vida, de nacionalidades distintas, de oportunidades de vida más allá de las evidentes.
Fueron cinco años mágicos, pero fueron también cinco años duros. De mucho trabajo. De pasar hambre en algunas ocasiones. De quererlo todo y tener nada. Pero el amor por ese asfalto y esa dinámica que nunca duerme lo podía todo y me mantuvo feliz, incluso en las peores circunstancias. Pasaron cinco años en los que escasamente supe de mi familia. Y ahora, en medio de muchos problemas de todo tipo, decidí regresar, por un tiempo, por siempre, eso nunca se sabe. Pero aquí estoy. Tratando de soportar el silencio y disfrutar de lo verde y del sol.
El re-encuentro con mi familia ha sido auténticamente complicado. Interesante. Frustrante. Y cuando menos te lo esperas, gratificante. Son almas caritativas llenas de amor y comprensión, capaces de perdonar la ausencia y el olvido temporal, como quien sufre de memoria de corto plazo pero regresó para constatar que siguen ahí, presentes. Pero obviamente el dolor y el rencor actúa de primero, y los días poco a poco fueron trabajando esa clemencia que todos tenemos por dentro.
Aquí me re-encontré con mi mejor amiga de la infancia. A ella tampoco la veía desde hace cinco años. No sabía la falta que me hacía hasta que la vi y nos echamos en la tierra a hablar y ver el horizonte. Cuando vives en el campo esto suele ser una actividad muy cotidiana. Aquí no sé si soy feliz. Extraño el ruido y la vida de Nueva York. Pero sé que necesitaba esto. El descanso de la provincia. La paz, la tranquilidad. Poder relajarme y compartir con mis seres queridos. Necesitaba regresar, así sea por un tiempo, a estas tierras. Aquí nunca sabré si soy mejor o peor que allá, pero la vida se encargará de llevarme por el mejor camino.
(Cuento-Ficción) Siete días
En siete días lo sabría todo. Sabría si su sueño sería finalmente posible, después de múltiples esfuerzos, de constante dedicación al arte, de una disciplina muy valiosa y de entender finalmente que absolutamente nada se da por si sólo, que su empeño en lograr las cosas determinaría su posibilidad de lograr su sueño. Pero la certeza de que no todo depende de ella, precisamente es lo que la tiene mortificada.
Los nervios la carcomen. Enterrada en fotos, collages, y demás representaciones gráficas de su arte, se refugiaría a esperar esos siete días. Esa semana mengua durante la cual sencillamente se resigna a escuchar las anécdotas de sus amigas. Si pudieron, si no pudieron, en qué fallaron, en qué lo lograron. Cualquier cosa la mortifica, y a estas alturas, lo que se hizo, se hizo, y lo que no se hizo, no se hizo.
Busca la religión. Entre estampillas, estatuillas, rosarios y velas con ángeles, le dedica oraciones a la Virgen bendita, a Dios, a San Nicolás, a San Antonio, a San Expedito, a todos los que puedan velar por ella. Velas se consumen en rezos y pedidos de ayuda y amor. De agradecimiento por las cosas buenas. De perdón por las cosas malas.
Por ahí también hizo un collage especial, como el que vio en El Secreto. Llenaría un anime de imágenes de sus sueños. Su carrera, sus estudios, su profesión. Dedicarse a su pasión. Ser completamente feliz. Todos los días observa las imagenes en las cuáles cree fervientemente que van a materializarse. Son dos años. Dos años de estudio, dos años para aprender el arte. Para practicarlo. Para perfeccionarlo.
Y luego volvería a su tierrra a ejercerlo. Viajaría por el mundo para dibujarlo en imágenes. Daría mil vueltas para lograrlo y sin duda sería exitosa en su labor. Y a veces, en los momentos de debilidad se pregunta ¿y qué pasa si no? Pero de inmediato borra cualquier duda, cualquier inseguridad, cualquier vestigio de Plan B. Porque pensar en eso sería darse por vencida. Son siete días, pensó. Sólo siete días.
Wednesday, July 13, 2011
(Cuento-Ficción) Dos, sin corazón, es uno
Él. Hombre de 64 años, retirado, entregado al olvido, ausente en su presencia y aún sigue ahí. Pensando en la nada, en el abismo, en comprender cómo es que su vida se vino a menos, cómo es que su esposa aún no lo puede ver a los ojos después de tantos años de compañía y de intentos frustrados de complacerla en todo momento. Ya son cinco días en esa isla, un invento genuino para hacerla feliz, para que se relajara, para que viera el mar. Y ahora que están ahí, no existe nada más que el sórdido silencio entre los dos. La certeza de una vida entregada al olvido, una vida que tal vez no valió la pena vivir.
Ella. Tan tranquila y tan sumisa como siempre. Treinta y cinco años al lado de su marido. Una vida entera tratando de conseguir lo que nunca tuvo, la felicidad de estar al lado del hombre que ama. Una vida entera concentrándose en imperfecciones y en las pocas cosas que podían opacar la posibilidad de ser feliz. Sin ánimos de disfrutar del cielo azul, de enterrar sus dedos del pie en la arena, ve la vida como un intenso mientras tanto que cada día se le hace más largo y más tedioso. Una espera interminable para conseguir sabrá Dios qué.
La resignación viene en dosis grandes cuando ya no se halla qué hacer. Cuando el poco amor que existió en un momento se coló entre los años y los engaños de pretender ser quien nunca se fue. El salitre se seca en su piel, el mar sigue el mismo movimiento estático de su alma, de sus ganas, de su falta de pasión por vivir.
Treinta y cinco años de incomprensión y de compromiso. De querer ser lo mejor para ella. De aguantar su falta de vida y su falta de amor, todo por quererla a su lado. Ella, por su parte, se mantiene fiel. No conoce una vida sin él. No se imagina una vida sin el hombre que siempre hace lo posible por ayudarla.
Los días pasan, y se van acumulando, formando años de infelicidad. La desidia, la conformidad, la ignorancia de un mundo mejor. Tras intentos frustrados ya no se intenta más. Se respira. Se comparte. Se habla. Y se vive inmersos en la misma rutina de siempre, porque Dios sabe que cualquier intento por salir de ella resulta en un sórdido silencio, en una distancia primitiva, en un sueño colado entre brisas y esfuerzos oxidados por la salitre; donde el amor, recíproco, sencillamente nunca existió.
Mi nuevo mantra
Hace unos días conseguí esta imagen en un blog. Inmediatamente sentí una pequeña satisfacción interna porque supe, en ese instante, que esas palabras se convertirían en mi nuevo mantra. Mantra que debo honrar todos los días de mi vida para tener una vida plena y sentir la satisfacción de hacer las cosas bien y esforzarme para lo mejor. Algo tan bueno hay que compartirlo, así que aquí les va:
Tuesday, July 12, 2011
Empieza la tortura china
Si hay dos cosas que me gustan a mí en la vida son: escribir y comer. Para la primera tengo este blog, y para la segunda un apetito voraz y un paladar gourmet. Tan voraz, que desde hace como un año para acá estoy "rellenita". Toda mi vida yo comí lo que quise y nunca tuve que sufrir las consecuencias pues era flaca y tenía un cuerpito aceptable. Cuando pisé los 20, todo eso cambió. Y mi cuerpo empezó a engordar - y a adelgazar- cuando le daba su real gana. Yo podía hacer dieta, y nada serviría, así como también de repente pasaba meses comiendo Tequechongos todos los días en la universidad y misteriosamente adelgazaba 3 kilos. Lo que me hacía pensar que mi cuerpo tenía una vida propia, a la que no involucraba mi fuerza de voluntad. Bueno, esa era la excusa hasta hace un par de días. Cuando me pesé y vi que batí récord me desmoralicé. No puedo llegar a los EEUU con cinco kilos de más porque todas sabemos que allá respiras y engordas. Así que decidí que sí, que mi fuerza de voluntad va a lograr lo que nunca antes había logrado: cerrar el pico y adelgazarme por lo menos 4 kilos de aquí a un mes. La dieta es muy sencilla: desayunar jugo de pepino y un omelette con clara de huevo y queso y una lonja de pavo. Almorzar carne/pollo/pescado con vegetales, ensalada y Clight. Merendar unas galletitas de soda. Cenar una lata de atún mediterráneo con agua.
Veremos cuanto tiempo soporto esta tortura.
Monday, July 11, 2011
Crónicas Margariteñas Nº4
Se dañó el aire acondicionado. Margarita, sin aire acondicionado. Se imaginarán la tragedia... Al principio no hacía tanto calor porque el apartamento conservaba un poquitiiico del fresco acumulado de dos semanas con el aire prendido. Al rato, ya lo que había era un vaporón a toda mecha, que de casualidad y pudimos dormir esa noche. Yo tengo una extraña manía, y es que no puedo dormir sin peso encima. O bueno, me cuesta muuucho dormir sin un kilo de sábanas, cobijas, edredones/duvet encima (mal pensados todos! jaa). Lógicamente, con el aire dañado, adios a las sábanas y cobijas y adios al sueño profundo. Cada quince minutos me volteaba a ver la hora. Las ventanas no se pueden abrir. Los mosquitos/moscas/ y demás bichos del trópico son peores que el calor. A primera hora de la mañana llamamos al Sr. del aire, pero nos dijo que iba a venir a las 4:30 de la tarde. Con él se fueron las esperanzas de nuestro día de playa -somos de los que desayunamos a las 11 y salimos a la playa entre 1:30 y 2pm). Tomar sol, leer, visitar el cyber (para que se vaya la luz, redactando esta misma entrada). El señor del aire nunca vino, y nos quedamos con la rabieta de haber perdido uno de los últimos días de playa en vano. Bahh, tampoco es que teníamos mucho ánimo para malhumorarnos. Además, esa noche teníamos una reservación en restaurant Casa Caranta, de Pampatar.
Llegamos media hora tarde al restaurant, pero poco importaba porque Margarita fuera de temporada, (así sean cuatro días después de la temporada) no tiene nada que ver con Margarita en plenos días feriados. Thank God for that. El restaurant, tan lindo como siempre, estaba medio vacío y no tenía mucho ambiente. Pero, por otro lado, tuvimos la dicha de ser atendidos por Gaby, la dueña y chef del lugar. Nos recomendó de entrada una ensalada de peras, rugula, radicchio y lonjas de queso Palmizulia tempurizado con vinagreta a base de miel que estaba espectacular. El menú no era muy variado y el 99% de los platos tenían mariscos y para mi desfortuna, yo soy hiper alérgica (se me tranca la glotis), así que pedí la única pasta que no tenía mariscos: Pasta Toscana, con berenjenas, jamón serrano, tomatos cherries, queso mozarella, etc. En verdad estaba divina. Pero no era nada excepcional (porque supongo que es un plato medio común). Por otro lado, la pasta que pidieron mi tía y mi mamá, tailandesa con camarones, se veía espectacular. Cerramos la noche con una panacota con fresas que también estaba deliciosa. (Y ahora estoy empezando a entender porque me engordé tres kilos en dos semanas).
(La ensalada/entrada que pedimos, ¿no se ve deliciosa?)
(Anécdota de Casa Caranta: nos había llegado un cuento, por varias personas distintas en Caracas, que un par de meses atrás fueron un grupo de señoras a cenar al restaurant, y pidieron todas tres platos más como cinco botellas de champagna durante la comida. Al llegar la cuenta, las mujeres sacaron pistolas, y asaltaron a todos los clientes del restaurant. Se robaron Blackberrys, billeteras, prendas, etc, más todo lo que habían consumido que obviamente nunca pagaron. Como estábamos allá, y la dueña era quien nos estaba atendiendo, le preguntamos sobre dicha anécdota y la negó hasta la muerte. Nos dijo que probablemente el rumor lo empezaron sus vecinos envidiosos cuando ella estaba en Caracas unos días, para quitarle clientela al lugar. ¿Qué tal? Ahora no estamos seguro si la dueña habrá sido franca, porque este tipo de cuentos siempre tienen que negarlos, así sea verdad, porque es la peor publicidad para el negocio).
La verdad es que en estas crónicas margariteñas no he hablado mucho de nuestras comelonas del viaje. Comimos exquisito. Excelente forma de despedirme de la no-dieta. La primera noche en Margarita cenamos en Bushido... un restaurant japonés/peruano en el centro del Centro Comercial Rattán Plaza que es deli. Mi mamá siempre pide el chupe de camarones, yo en cambio, pedí un roll nuevo esta vez que me dejó extasiada. Era un roll tempurizado que tenía salmón, tilapia, cebollín, queso crema, berros tempurizados y salsa de anguila con otra salsita gratinada encima que me fascinó. Luego, otra noche, comimos en un retaurante mexicano en el Sambil que se llama La Tequila. Full de ambiente, tragos tequilosos, música en vivo a toda mecha y la comida típica mexicana divina. Otra noche comimos en el Dolphin (yo pedí unos tortellonis de salmón con una crema a base de albahaca y alcaparras que estaba exquisita. Por último, la última noche cenamos en el restaurant japonés del C.C. La Vela, KOI, unos roles sabrosos, pero con aftertaste de aceite (not so great).
El último día tampoco pudimos ir a la playa porque amaneció negro. Pero vamos, que importa, ya habíamos ido bastante a la playa y aunque me piqué un poco de regresar a Caracas no tan bronceada, no importó mucho, aprovechamos en vez el día para pasear y hacer diligencias. Fuimos al mercado de Conejeros (nos calcinamos), Rattán del centro, el Sambil, La Vela y finalmente jugamos Rommy Q.
En general, la pasé divino en Margarita... Cada vez que visito la isla, termino más enamorada de ella. Sigo pensando en retirarme allá a escribir mis libros algún día ! (ojalá sea más pronto que lejano)
Saturday, July 9, 2011
Margarita con Carrie Bradshaw
Me traje a Carrie Bradshaw a Margarita. La ignoré los primeros días, mientras estaba completamente inmersa en el libro que les comenté más abajo, pero luego de que se me acabó, saqué a Carrie a pasear. No es la Carrie, de 32 a 40 años, que vimos en la serie Sex and the City. Es la Carrie antes de que llegara a ser una columnista famosa. La joven de Connecticut, de 17/18 años, que tiene unas ganas inmensas de ser la mejor escritora, pero sin mucha idea de cómo serlo. Con las inseguridades típicas del caso y con su gran personalidad, la misma personalidad de siempre.
Yo no tengo 17. Ya tengo 25. Pero en algunas cosas me siento demasiado identificada con ella.
Este viaje a Margarita, con Carrie a mi lado ha sido lo máximo. Les juro, la quiero como una mejor amiga. Me encanta conocer sobre su pasado. Sobre como era su vida antes de Nueva York. Cómo es que llega a Nueva York. Cómo es que hace las amigas que hace. ETC
Los libros, The Carrie Diaries (I) y Summer and the City - A Carrie Diaries Novel (II) evidentemente no son intelectualmente estimulantes, pero les prometo que si son fans de la serie como yo, una vez que comiencen a leerlos, no podrán soltarlos hasta que los terminen.
Me dice mi amigo David que Blake Lively va a ser la interpretación de Carrie en la versión Hollywood de esta nueva novela. Creo que no la voy a ver. No quiero pasar por otro duelo como el de SATC 2 y no quiero ver a otra Carrie que no sea SJP (y que, evidentemente, no se parece a SJP joven ni de va**a).
Me niego. Creo.
Veremos...
Thursday, July 7, 2011
Señores - ¡¡ya son cuatro años!!
Este blog -tan querido y adorado como es èl- está de cumpleaños. Creo que es primera vez que me acuerdo de su cumpleaños en el momento, y no diez días después. El regalo que le tengo es la constancia a la que estoy determinada de seguir publicando historias en esta página. A ver si en verdad le hago honor al sub título de "historias infinitas". Son cuatro años ya! Es increíble como pasa de rápido el tiempo. Y la verdad es que cada día lo quiero más. No voy a empezar con cursilerías bloggeras como en otras oportunidades (ya están demasiado trilladas), pero sí les voy a decir, que si han disfrutado de Me & My, han leído sus historias, se han distraido en algún momento aquí, y quieren darle un regalito de cumpleaños, éstas son unas buenas opciones:
- Dejar comentarios siempre que tengan un chance (sobre todo en las entradas que les hayan gustado y que casualmente tienen CERO comentarios, son un poco humillantes para su escritora)
- Vincular el blog a sus blog,s o compartir el enlace en Facebook/Twitter o directametne con los amigos que saben que puedan disfrutar leyendo el blog.
- Hacerse fan y/o seguir el blog desde su pagina de Facebook- Aquí el link: http://www.facebook.com/anitaescribe
Gracias,
- La gerencia
Wednesday, July 6, 2011
Crónicas Margariteñas Nº 3
Hoy fuimos a Playa Caribe. Sin duda, una de mis playas favoritas aquí en la isla. A mi parecer, la más chévere es Puerto Cruz, pero nadie nunca me complace con llevarme o acompañarme, así que ni modo. Llegamos directo al lounge de la francesa porque nos encanta la música que pone. Nosotras somos de las que preferimos cargar con nuestras sillas, cava, toallas, etc., antes de pagar una millonada todos los días por un toldo y servicio en la playa. (Además de que no necesitamos sombra, no nos gusta la sombra, no usamos la sombra). Pero igual nos encanta instalarnos cerca de la musiquita buena. Al final, la playa es pública. Y la playa es amplia. Hay espacio para todos.
Nos instalamos divinamente frente a los toldos desocupados de la francesa y estuvimos ahí relajadas y chilleando con la musquita estilo lounge de la francesa, tomando el sol, leyendo y tomándonos una copita de proseco. En eso viene una camioneta 4Runner Blanca y se pega al restaurant de la francesa y pone un reggaetón a todo volumen. ¡Qué riñones! Como si la playa no fuese gigantesca, como si este no fuese uno de los pocos sitios con su propia música (y cornetas bien grandes para “marcar territorio”) y como si no hubiesen dos zonas gigantescas especialmente ocupadas toda la vida por las camionetas 4x4, donde, en ese momento, sólo había una, cuando caben como cincuenta (en cada una).
Que indignación tan grande. La gente de este país es sencillamente cómoda y egoísta. Sólo piensan en ellos y en su comodidad y en qué es fino para su día de playa. Porque alguien con un poquitiquiiito de decencia y sentido común dice “coye, ya va, aquí hay un negocio con toldos alquilados, y gente tranquila que está disfrutando de una música bien tranquila, yo mejor me voy para un sitio donde pueda disfrutar de mi música sin molestar a los demás, que evidentemente tienen gustos musicales contrarios a los míos”.
Termina uno escuchando una ñapa de reggaetón y una ñapa de lounge, una mezcla horrible, como si fuese todo un arroz con mango. Estábamos todas fúricas, en eso mi tía, ya amenazando con ir a poner al chico en su lugar, aprovecha que se nos acerca un chamito de estos que piden permiso para echar el cuento del Castillo Fortín (a cambio de lo que sea), y le pide por favor no nos eche el cuento, que no los sabemos de memoria, que mejor vaya donde el chamo a decirle que baje el volumen de su música. El chamito salió corriendo, nos señaló, y el grosero le bajo algo el volumen (pero ni remotamente suficiente).
En fin. Es como dice mi amigo Roberto, vivimos en una jungla. De gente ignorante y egoísta y sencillamente animal. Contra ellos y los otros animales que están en el poder, los diez pendejos con educación y sentido común que quedamos, no podemos. Me podrán decir lo que quieran, pero no podemos. Es una fuerza mayor.
Pero bueno, a pesar de que parezco una amargada por el cuento este, les cuento que no dejé que me arruinara la velada. Igual seguí leyendo (más sobre mis lecturas margariteñas en la próxima entrada), tomando mi proseco, y también, en dos oportunidades, me bañé divinamente en el mar.
Amo bañarme en Playa Caribe. Las olas son dantescas y explotan en toda la orilla, así que entrar y salir es todo un reto (lo que lo hace mucho más interesante) y luego, una vez que estás adentro, disfrutas de un agua helada y terapéutica, unos “sapitos” sabrosos, y luego la adrenalina de “como carajo me salgo de este mar sin que me remolque una ola hasta ahogarme”. Es extrañamente divertido para mí. Sólo me quedan tres días más en la isla y sí, estoy que lloro.
Tuesday, July 5, 2011
(Cuento-Ficción) Esperando a Elena
Son las 4:15. Espero, impacientemente, a que Elena me pase buscando. Ella nunca es puntual, yo eso lo sé, pero esta vez habíamos quedado en que me pasaba buscando a las tres y media y ya ha pasado casi una hora y nada. Su impuntualidad es algo que yo difícilmente puedo tolerar. Estoy tan acostumbrada, que hoy, a las tres y cuarto fue que me metí a bañar. Pero la verdad es que yo soy rápida. Coqueta, pero rápida. A las cuatro en punto ya yo estaba bañada, vestida, maquillada, con el cabello secado, las piernas depiladas, perfumada y con cartera en mano. Se supone que hoy vamos a ir a un bazar y luego a un bautizo de un libro en la librería esta chévere de Los Chorros.
Reviso el Blackberry pero nada, no hay ninguna señal de ella. No quiero ser la comadre fastidiosa que la presiona, porque después de todo, ella es la que me está dando la cola a mí. Yo mejor espero pacientemente y me doy con un peñazco en los dientes porque tengo una amiga que me viene a buscar hasta La Florida (cuando ella vive en Prados del Este). La verdad es que mi carro está malo, lleva como tres semanas en el taller y yo no me acostumbro a andar en taxi en esta ciudad. Primero porque es un peligro. Segundo porque es una pérdida de glamour total.
Así que realmente, llevo casi tres semanas sin salir de mi casa. Con la suerte de que tengo una tienda de exquisiteces a una cuadra y he podido subsistir haciendo el mercado ahí. De vez en cuando le pido el favor a mi hermano que me saque a hacer diligencias y he salido dos o tres veces con Elena, cuando me pasa buscando. Del resto, he estado aquí, aburridísima pero aquí. Y te digo, no ha sido del todo mal. He descubierto muchas cosas. Antes, cuando me metía en internet, sólo veía Facebook y mi correo electrónico. Ahora, me he acostumbrado a leer las noticias, las críticas de cine, a hacer un rompecabezas diario, a ver los videos más vistos en Youtube, a pasearme por la cartelera de teatro de esta ciudad y a buscar recomendaciones gastronómicas también. Como no he podido ir a mi clases de Yoga, ahora veo una instructora por Youtube y hago los ejercicios en mi sala.
Saqué un millón de cosas que tenía guardadas en un baúl de recuerdos y me he paseado por fotografías antiguas. He tomado todo el vino que tenía en la despensa. He reído. He llorado. Pero la verdad, es que no la he pasado mal. Bueno, un poco aburrida porque a veces me provoca ir al cine, y no puedo. Al teatro, y no puedo. A la galería, y no puedo. Me perdí la Feria Internacional de Arte. Me he perdido como seis partidos de Bridge en el club. Y también que la soledad a veces me afecta. Yo tengo cincuenta y cinco años y sigo soltera, cosa que no me molesta mucho, porque por lo general me mantengo lo suficientemente ocupada como para que no me moleste, como para pensar, más bien, que con alguien no podría vivir la vida tan activa que llevo. Pero la verdad es que cuando te pasan estas cosas, y estás tres semanas prácticamente sin salir de tu casa, te das cuenta de que estás sola. Y los días pasan y te sientes más sola. Hasta que Elena me llamó animándome para ir al bazar y al bautizo, mira! Ya va una hora y media de retraso y no sé de ella. Me siento plantada. Ay, pero es que me da una calentera cuando me pasa esto. Es horrible. Es como que estás lista para salir de tu casa, con expectativas de salir de tu casa, desesperada por ver gente, por hablar así sea del huevo revuelto que te preparaste en la mañana, y en vez estás sola en un sofá viendo al otro extremo de la casa, esperando y esperando. Ayy. Qué horrible es la espera en verdad. Si Elena no me hubiese llamado, de seguro la estaría pasando mejor en este momento. Tendría, probablemente, mi pijama de seda puesta, y estaría echada en mi cama leyendo algo bueno. O sentada en la compu navegando la web. Algo estaría haciendo. Algo, definitivamente, mejor que esto.
No aguanto más. Saco de nuevo el celular. La busco entre mis contactos. Le escribo compulsivamente
Elena!! Dónde estás mijita? Estás bien? Dijiste a las 3:30. Son las 5:00. Qué te pasó?
PING!!!
PING!!!!
(No lee los mensajes)
Ay, chica. ¿Será que la asaltaron? ¡Ay!,¡no! Cancelado. Pobrecita. Que raro Elena que ni tenga el celular a mano para leer los mensajitos. Que cosa más extraña. Esa loca. Seguro tiene la música a todo volumen y el celular metido en el fondo de la cartera esa que tiene. Que además, es gigantesca. Y la llena de peroles como si fuese un fin de semana a la playa y tuviese sólo ese bolso para meter sus cosas.
Eso, debe ser algo de eso. Mejor la llamo. Los mensajitos normalmente no suenan casi. El teléfono, por el contrario, cuando te llaman, suena bastante. Bueno, si es que no lo tiene en silencio o vibrar, que es casi siempre mi caso. Bueno bueno bueno, la llamo. Speed Dial. E. Llamando. Repicando… ajá, ajá. Coño. Contestadora al tercer repique. Eso sí que es raro. Hmmm, ya no me está gustando esto pero en lo más mínimo. La incomunicación en su más elevada expresión.
¿Qué hago? ¿Me doy por vecida y me vuelvo a poner mi pijamas? ¿La sigo esperando? ¿Llamo a mi hermano a ver si me quiere sacar él y hacemos el mismo plan? Ay, Dios. No sé qué hacer. La voy a volver a llamar. Eso. Mejor la vuelvo a llamar que esa seguro me atiende en una de estas.
Ringggg
Riggggg
Ringggg
Otra vez la contestadora. Que fastidio vale. Llamo a mi hermano. Esta no me va a dejar embarcada así no más. Llamo a mi hermano, me responde con una voz de apurado y fastidiado, como le hubiese interrumpido algo.
-Alo?
- Alo hermano, cómo estás?
- Que pasó Ángela, todo bien?
- Si bueno, mas o menos, tenía ganas de salir a un bazar y bautizo de libro, pero sigo sin carro, tu que estás haciendo?
- Estoy ocupado hermanita. Te llamo en la noche
Y con esas me trancó el teléfono y me quedé con la palabra en la boca. Bueno definitivamente que no saldré de mi casa. Pero para qué me voy a poner la pijama otra vez. Tan linda que me puse. Mejor prendo la TV a ver si están pasando algo bueno por DirecTV. Paso de un canal a otro cuando de repente veo que suena el teléfono, y en efecto es, Elena.
Los ojos casi se me salieron de su órbita cuando vi que era ella. Atendí rápidamente el teléfono. "Miijiiita pero qué te pasó? Me tienes al borde de un ataque nerviosooo" le digo.
"Ángela, pero tu estás medio loca?! Estaba enseñando unos apartamentos. Recuerda que lo del bazar y el bautizo es el jueves. Estamos a miércoles, querida".
(No sé si llorar o reír)
Monday, July 4, 2011
Crónicas Margariteñas Nº 2
Mi mamá tiene una regla de oro. Los domingos, sencillamente, no se va a playa. Si les digo por qué, voy a sonar como una clasista de mie**da, así que mejor digamos que es para descansar del salitre y la arena, y disfrutar en familia.
Nos quedamos en la piscina y en la casa leyendo, viendo películas, escuchando música, escribiendo, etc. Hicimos (entre las dos esta vez) una cena sabrosa, que consistió en tartar de atún con wakame – de primer plato-, y luego, de plato principal, chuleticas ahumadas con spaguettis de acompañante, que hacemos con aceite de oliva, tomate y peperonccini. Ok, bueno, sí. El primer plato y el segundo no pegan ni con cola, pero nos provocó el tartar a última hora y era muy poquito para llenarnos.
Luego nos pusimos a jugar RommyQ (o Rommy Cube, como sea) y mi mamá puso su ipod con un playlist de 150 canciones que hizo ella que lleva el título de “Románticas”. A ella le fascina su playlist, a mí no tanto porque cada dos canciones siempre viene una de Alejandro Fernández o de Luis Miguel (pero de esos Boleros que me chocan).
Pero en eso, escuchando Luismi, recordé lo siguiente:
Yo soy una mocosa, de cinco o seis años. Acabo de aprender a leer hace no mucho. Mi mamá está enfiebrada con dos CDs (sí, en esa época ya se compraban CDs, aunque los casetes eran también muy populares) uno es el de Whitney Houston de la película The Bodyguard, y el otro es el de Luis Miguel (Aries). Recuerdo yo echada en su cama, con el librito del CD de Luismi, leyendo la letra de “Hasta que me olvides” y poniendo la canción y cantándola repetidas veces. Mi mamá se empataba conmigo y las dos cantábamos hasta que se nos irritaban las cuerdas vocales y quedábamos casi afónicas.
Sólo diré que paramos el juego y nos pusimos a cantar esa misma canción ochenta veces hasta que se nos irritó la garganta.
Ja. Qué divertido! Amo esos recuerdos de infancia. ¿Qué canción recuerdan cantar con sus mamás pequeños? Canciones memorables de cuando tenía 6 hasta los 10 añitos:
- Michael Jackson: Heal the world (Kinder)
- Whitney Houston: I will always love you (Preparatorio)
- Luis Miguel: Hasta que me olvides (1er grado)
- Michael Bolton – I Said I loved you (but I lied) (2do grado)
- Carole King – Todo el CD de Tapestry (2do grado)
- Laura Pausini (Amores extraños, La Soledad, El valor que no se ve, Gente, Se Fue) (3er grado)
Ya después, 4to y 5to grado es cuando empezamos a escuchar nuestra propia música y no lo que escuchan nuestros padres. Las primeras cosas que escuché yo gracias a mí generación:
- Alanis Morrisette – Swallow it down (What a Jagged Little Pill) It feels so good (Swimming in your stomach)
- Green Day - Dooo you have the time, to listen to me one, about that thing and everything aaaall at once
- Sheryl Crow – All I want to do is have some fun
- Shakira – Paaaara amaaarte… necesito una razón. Y es difícil creer, que no exista una máááás que este amoooor.
- Fey – Túúú, mi complemento, mi media naraaanjaaa, que te quiero… sin cruzar palaaaabras
Saturday, July 2, 2011
Manías extrañas
Cuando compro, tengo una muy mala costumbre. Cuando veo un suéter o un top que me fascina, y está a muy buen precio, termino comprándolo en tres o cuatro colores distintos. Esto en muy pocas ocasiones me ha resultado algo positivo, ya que rápidamente voy llenando mi clóset de ropa barata y aburrida, y en múltiples colores.
La última vez que hice eso, al estrenarme una de las camisas manga larga unicolores (la marrón), que además había comprado hacía meses atrás, estaba con mi papá y nos tomaron una foto. Cuando vi la foto casi muero. Me veía horriblemente cuadrada y en eso recordé que no era suficiente con esa camisa, la tenía en cinco colores distintos, ninguna de las cuales me había estrenado hasta ese momento. Cuando la compré, recuerdo que costaba como 3.50 USD cada una. Pero la verdad es que con el tiempo he aprendido que es preferible comprarse una, de 20 USD, que me fascine muchísimo, a cinco nulas que nunca me voy a poner, y que además me hacen ver cuadrada y horrible.
En lo único que sí me ha salido bien comprarme todos los colores son las guarda-camisitas ya que son demasiado prácticas para la universidad y el día a día. Del resto digo, to hell with it. No necesito gastar mi dinero es repeats. Ni que sean cuello tortugas para el invierno (me asfixian).
Friday, July 1, 2011
Las cosas buenas de la vida siempre serán las cosas buena de la vida
Anoche tuvimos una parrilla en casa de mi tío. Mi mamá hizo, para la ocasión, una deliciosa torta Brownie. Mientras preparaba el chocolate, cada vez que salía del Townhouse para buscar algo en el de al lado, yo no podía aguantar la tentación y me acercaba a la olla corriendo para deleitarme con varias cucharadas de chocolate. Cuando llegó de regreso mi mamá, me cachó como una niña de ocho años con la boca llena de chocolate (risas) y como una niña de ocho años, me regañó diciéndome que me iba a dar dolor de barriga. Al rato que mezcló la harina con el chocolate y todo lo demás, mientras vertía la mezcla en el molde para hornear, yo no podía evitar “bucearme” la olla y las paletas. Supongo que mi cara era tal cual la de Kala, mi Golden Retriever, cuando estamos comiendo cualquier cosa, porque le dio lástima y me dio la olla y las paletas para que las raspara antes de meterlas a lavar. Les juro que retrocedí a la edad de la inocencia y me disfruté esas paletas como si no hubiese mañana. (Y después me quejo de que estoy ‘gorda’). Luego me puse a pensar en el placer que me dio rasparme todo ese chocolate que me quedaba, y como a veces la vida está así, tan llena de esas cosas pequeñas que nos dan un placer inmenso. Al final, tengas ocho, quince, veinticinco o cuarenta y tres años, el placer de rasparte una olla de chocolate derretido siempre va a ser el mismo, ¡inmenso! Hay cosas, pequeñas cosas, que nunca van a cambiar, tengas la edad que tengas.
Thursday, June 30, 2011
Crónicas Margariteñas N° I
Nota: si está sentado en un cubículo, obstinado de trabajar, esta entrada puede ser muy nociva para su salud.
Ayer me puse a tomar el sol en la piscina, mientras leía las últimas páginas del libro que les comenté mas abajo. Estaba pasándola divino, aunque sí les reconozco, tomar el sol en la piscina es un soberano fastidio comparado con tomar el sol en la playa, con la brisa del mar, viendo las ojas caer, la gente caminar y enterrando los dedos del pie en la arena.
Primero porque el calor es horrible, uno se siente sancochar, no hay briza alguna, y te tienes que meter en el agua, para no derretirte, cada 15 minutos, y luego volver con el fastidio de untar protector solar por todo el cuerpo, la cara, etc. Hoy se me olvió hacer eso en una de las tantas que me metí en la piscina y ahora tengo la cara poblada con un millón de pecas marrones/casi negras, que se me alborotaron por el sol. Yo les digo, sí, me gustan mis pecas, pero a veces son un martirio. Espero, en un futuro, no odiarlas porque se me hayan convertido en manchas.
Pero bueno, al final del día, prefiero estar en la piscina tomando el sol que perder la mitad del día en el Townhouse bajo el aire acondicionado congelante haciendo (yo no sé qué) que tanto hace mi mamá las cinco horas próximas después de que se levanta. El martes fuimos a Playa El Agua. Llegamos a las 3:30 PM. A las 4:30 empezó a llover. Nos refugiamos un rato en un restaurant de esos playeros, mientras pasaba la nube negra, y luego nos volvimos a explayar en la arena. En cuestión de 15 minutos volvieron a caer esas gotas heladas y gruesas que son lo más desagradable cuando ya el sol tiene rato escondido. Nos fuimos corriendo al carro para regresarnos a la casa. No habíamos terminado de salir de Playa El Agua cuando ya el sol estaba otra vez radiante y brillando en todo su esplendor. Esas lluviesitas, son definitivamente, ganas de joder (pardon my french).
Luego llegamos a la casa y estuvimos con mis tíos y primos un rato hablando tonterías y pasándola sabroso. A golpe de ocho nos metimos en el Townhouse y vimos la primera película que agarramos por DirecTV, Rainman, la de Tom Cruise con Dustin Hoffman de los años 80’s. Ya yo la había visto (de hecho la compré en DVD hace un par de años porque me encanta) y por supuesto mi mamá la había visto mil veces, pero nos echamos en el sofa a verla y la disfrutamos un montón. En una de esas mi mamá se fue un segundo a la cocina y en cuestión de quince (15) minutos ya la comida estaba lista! Había hecho chuletas ahumadas (con una salsita deli), mazorcas, y un arroz blanco que también estaba exquisito. Todo eso, ¡en quince minutos! Que barbaridad. De verdad que quiero aprender a ser tan diligente en la cocina como es ella.
Bueno, hoy decidimos no ir a la playa. No entendí nunca muy bien por qué, pero a mi mamá le dieron unas ganas horribles de ir a Sigo, y a mí me dieron unas ganas horrible de terminar mi librito. Ella yéndose, yo terminando mi librito, y me quedé sola el resto de la tarde. Así que la he aprovechado al máximo para escribir (no me arrepiento de haber cargado con mi laptop hasta acá, aunque no tengamos wifi), supongo que mañana iré corriendo al Cybercafé a publicar esto. Lo realmente fastidioso es que cuando no escribo algo en el compose mode de Blogger, el formato cambia cuando lo copio de Word (por más que le ponga el mismo tipo de letra e interlineado que tengo pre-configurado en el Blog). Y luego mis ataques de neurosis me hacen re-escribir todo en el pad de blogger para que se vea todo bonito y lineado con las entradas anteriores. En fin!!! Mejor no escribo más para no matirizarme mañana re-escribiendo.
Besos
Sobre el libro que estaba leyendo y un nuevo proyecto que me vino a la mente
Esta mañana me siento algo extraña. Por un lado me siento conmovida y feliz por haberme leído el libro que me leí, y por otro lado me siento muy nostálgica de que se me haya acabado esa historia, que sencillamente, fue lo máximo leer. Creo que nunca había disfrutado nada como disfruté leer ese libro. Deben estar pensando que soy el ser más exagerado sobre la faz de la tierra, pero la verdad es la verdad (lo soy).
Pensando en qué iba escribir el día de hoy no se me ocurrió mejor entrada que una dedicada a este libro porque si 1. te gusta leer, 2. sabes leer en inglés (y entender), 3. tienes un poco de tiempo libre, 4. tienes algún familiar/amigo que venga de EEUU que te lo pueda traer, ¡tienes que leerlo! Es una maravilla. Y cuando lo hagas, te prometo que vas a estar eternamente agradecid@ conmigo y este blog por haber leído esta recomendación. Así me siento yo con respecto a mi tía Juana que se lo regaló a mi mamá para que lo leyera después de habérselo devorado ella misma.
El libro se llama The Guernesey Literary and Potatoe Peel Pie Society. Les prometo que en las primeras páginas van a entender de dónde viene el nombre del libro y por qué. Lo poco que les voy a decir sobre el libro es que el personaje principal es una escritora inglesa, que se corresponde por cartas con un grupo de isleños de Guernesey (una de las islas del English Channel). Es una divinidad leer cartas y un libro entero escrito en la primera persona de muchas personas.
Todo esto me ha dado unas ganas tremendas de escribirme por carta (en este caso será e-mail) con personas, pero sobre todo con ustedes que leen este blog (algunos que comentan, otros que nunca sabré quiénes son). Así que les dejo mi e-mail, no como adorno del post, ni para que se me llene de spam (por favor, sean considerados), si no para que me escriban. Escríbanme sobre sus vidas. Qué hacen, a qué se dedican, qué disfrutan leer, dónde viven, cómo se siente vivir donde viven, que les preocupa la mente, que los entretiene. Sean justos. Ustedes leen de mi vida siempre, yo no en todo los casos tengo oportunidad de saber de ustedes. Y me lleno de intriga pensando quiénes serán, y ¿cómo llegaron acá? Eso se lo dedico especialmente a mis lectores que no tienen blog. Por favor, escríbanme. Yo prometo responderles. Los que tienen blog también son bienvenidos a escribirme. Ya he hecho varios amigos/blogueros muy queridos gracias a este blog. Algunos ejemplos son Sophie, Andre e Isa. También conseguí a mi traductor extraordinario con Toto.
En la portada del libro sale el praise que le da Elizabeth Gilbert (la de Eat, Pray, Love) al libro: “Treat yourself to this book, please… I can’t recommend it highly enough!” Lo mismo digo. Léanselo!! Mientras más pronto, mejor. Más rápido sentirán el placer y el disfrute de leer una historia como pocas.
Wednesday, June 29, 2011
El fenómeno de Adele
Tengo meses queriendo escribir esta entrada. Tal vez, si lo hubiese escrito en su momento (como octubre del año pasado), esta crítica no parecería tan trillada como puede parecerlo ahora. Sin embargo, esta artista y el fenómeno que ha desencadenado, son cuestiones muy grandes como para no hablar de ellas aquí en Me & My.
La primera vez que escuché Adele fue en el 2008 cuando en el capítulo final de la cuarta temporada de Grey's Anatomy sonó su canción "Hometown Glory." La misma me fascinó, la escuchaba a cada rato y la tenía en mis mejores playlists. Hace como un año escribí la traducción de esta canción y la publiqué en Me & My como un tributo a Caracas. Ella la escribió pensando en su amor por Londres y yo la traducí pensando en mi amor por Caracas. Si no la han escuchado, de verdad que se las recomiendo. Es una canción que tiene una composición de piano espectacular y una letra que muy bien la acompaña, cantada por esta niña que tiene una potencia en su voz más admirable que la de Soledad Bravo (me disculpan la comparación - está totalmente fuera de lugar).
Poco a poco fui investigando sobre su vida, y escuchando sus canciones. Debutó en el 2008 con el disco "19", cuando tenía, precisamente, 19 años. El disco tiene canciones variadas, unas más movidas que otras, pero todas con muchísimo alma. Son historias de distintos momentos en su vida y los ritmos van de acorde con la interpretación de las letras. Canciones como "Chasing Pavements", "Best for Last", su mágica versión de "To Make You Feel My Love" y su vibrante estilo tan característico en canciones como "Daydreams".
Adele escribe sus canciones y en cada una va dejando su alma y huella. El poder de su voz es igualado únicamente con su personalidad. Su primer disco es bueno, pero su segundo es aún mejor. "21" se dio a conocer a las masas con su interpretación en vivo de "Someone Like You" en los Brit Awards 2011. Es la primera artista que, desde la época de los Beatles, ha logrado mantenerse en el top cinco de los mejores sencillos y los mejores álbumes. Su disco, 21, estuvo de Nº 1 durante once semanas consecutivas en el UK Album Chart, y nueve semanas consecutivas en los Billboards. Es la única cantante femenina que ha logrado vender la cantidad de discos que ha vendido. Por cierto que su último álbum es el segundo más vendido en la historia del Itunes Music Store, estuvo de Nº1 durante ocho semanas y logrando además traerse consigo al primer cd, 19, que también figuró entre los cinco más vendidos durante numerosas semanas.
El primer sencillo de 21, es "Rolling in the Deep" una canción muy enérgica y vengativa sobre lo que hubiese podido ser una historia de amor que terminó prematuramente. Tras cantar "Someone Like You" en los Brit Awards, ésta se convirtió en el segundo sencillo promocional, una canción bellísima con la cual todos nos podemos identificar (un poco raja venas, si les soy sincera) pero es la propia canción de despecho (y creo que la más bella que he escuchado en mi vida). La escribió ya cuando estaba empezando a grabar el disco, un buen día que se enteró de que su ex novio se había casado. Tras el éxito que ha tenido la canción, el coño tiene las santas b*las de demandarla por derechos de autor, ya que el fue su "inspiración". (WTF)
Además de esas dos canciones, les recomiendo muchísimo Turning Tables y Don't You Remember, aunque realmente todo el CD es excelente. ¡Cómprenlo!
Les advierto que sí le hacen caso a esta crítica, van a estar pegados con Adele un buen tiempo.
Tuesday, June 28, 2011
Me llamo Ana Sosa y tengo una grave adicción con esta película
Yo podré decir lo que sea en este blog. Pero en el fondo fondo, pocas personas son tan románticas (o cursis) como yo. Recuerdo cuando era chiquita estaba "enamorada" de Joey y Dawson en la primera temporada de Dawson's Creek. Si yo sé. Que cursi, y que extraña soy. En vez de soñar con él todas las noches, yo soñaba con ellos dos, porque me parecía que eran perfectos el uno para el otro y esa historia de amor me daba ilusión en mi vida. Cuando terminaron y más nunca volvieron, le agarré un odio desmedido a esa serie, tanto que hasta el sol de hoy no los perdono y me parece una de las peores producciones de Televisión que jamás hayan transmitido.
Hace unos meses vi Letters to Juliet. Desde entonces creo que la veo todas las semanas. No es algo que planifico, pero cada vez que estoy zapping y veo que la están dando, me quedo enganchada como si fuese la primera vez que viera la película. Lo peor es que sé que es la película más ridiculamente cursi e irreal del mundo, pero no puedo evitarlo, me encaaaanta! Es una película "linda", nada del otro mundo por supuesto, pero tiene los elementos necesarios para entretenerme, enamorarme, y hacerme disfrutarla un montón. Uno queda con unas ganas de salir corriendo a comprarse un pasaje para Italia y pasar dos meses ahí paseando por la Toscana, Verona, y Siena. La película me llena de ilusiones. Y quiero, por y sobre todas las cosas, conseguir un chico tan bello como Charlie, que en verdad es el actor australiano Christopher Egan que tiene esa combinación perfecta de sonrisaquemata/miradatraviesa/picardía/charm/badboygoodboyfeeling/acentointeresante, etc.
La protagonista es escritora. Creo que todas las películas que tienen esa combinación de escritora + Italia me encantan. Lo mismo me pasó con Under the Tuscan Sun, que la vi hace mil años cuando salió en el cine. Si llego a convertirme en una escritora famosa algún día definitivamente me compro una casa en Italia! La música de Letters to Juliet es buenísima. Lástima que no sacaron el Soundtrack y tengo que hacer magia para conseguir las canciones y escucharlas en Youtube cada vez que me da el antojo.
Todo el argumento de la película se basa en esta carta que le escribe Sophie, en representación de Julieta, a alguien en respuesta de su carta inicial. Aquí la pongo para los que son cursis como yo, la puedan disfrutar:
"'What' and ‘if’ two words as nonthreatening
as words come. But put
them together side-by-side and they
have the power to haunt you for the
rest of your life: ‘What if?'..."
"I don't know how your story ended.
But I know that if what you felt
then was love - true love - then
it's never too late. If it was true
then it, why wouldn't it be true
now? You need only the courage to
follow your heart..."
"I don't know what a love like that
feels like... a love to leave loved
ones for, a love to cross oceans
for... but I'd like to believe if I
ever felt it. I'd have the courage
to seize it. I hope you had the
courage to seize it, Claire. And if
you didn't, I hope one day that you
will."
as words come. But put
them together side-by-side and they
have the power to haunt you for the
rest of your life: ‘What if?'..."
"I don't know how your story ended.
But I know that if what you felt
then was love - true love - then
it's never too late. If it was true
then it, why wouldn't it be true
now? You need only the courage to
follow your heart..."
"I don't know what a love like that
feels like... a love to leave loved
ones for, a love to cross oceans
for... but I'd like to believe if I
ever felt it. I'd have the courage
to seize it. I hope you had the
courage to seize it, Claire. And if
you didn't, I hope one day that you
will."
Monday, June 27, 2011
Vacaciones idílicas
Hoy me voy de vacaciones a Margarita. No podría pensar en un lugar mejor para descansar y respirar otro aire por un par de semanas. Margarita es, sin lugar a dudas, uno de los lugares que más disfruto del mundo. Una tierra paradisíaca que forma parte de mi vida desde que tengo dos años de edad. Margarita es mi país hecho isla, es mi raíz, hogar de mis adoradas playas caribeñas, el lugar donde se respira el auténtico y fresco aire tropical. Donde las empanadas de pabellón saben a gloria, donde las olas siempre tienen el tamaño perfecto. Donde las playas son todas distintas unas de otras. Donde, manejando, respiras espacio, amplitud, una vista sin igual y unos atardeceres fucsia con anaranjado y unos pequeños peñeros en el horizonte. Margarita es una isla verdadera, donde se siente Venezuela (propiamente dicho) en cada esquina de cada lugar. Si me vieran como le vendo Margarita a mis amigos extranjeros pensarían que soy la propia agente turística. Pero la verdad es que mi amor por Venezuela, en gran parte está definido por mi amor por Margarita. He visitado otros destinos caribeños, como por ejemplo Cancun, y me parece que no tiene punto de comparación con mi adorada isla. (Y lo digo porque prefiero ochenta veces a Margarita). Estoy muy emocionada con este viaje (que tengo bien merecido, por cierto) y creo que más que todo me va a servir como punto de inspiración. No es mi intención irme para estar pegada a una computadora todo el día, pero si siento la adrenalina con nuevas ideas para escribir en las venas, lo siento, iré un momentito al cyber-café y les escribiré desde allá! Voy a tratar también de escribir en un cuadernito que me compré en Buenos Aires que aún no he estrenado. También quiero aprovechar mis vacaciones para leer y para compartir con mi mamá, que aunque vivo con ella, siempre disfruto cuando compartimos juntas en la adorada Isla. Les comento también que siempre he pensado que en un par de años me encantaría mudarme a esta isla y dedicarme 100% al oficio de la escritura. Es algo que me encantaría poder hacer, darme esa oportunidad. En esta visita voy con los 'ojos pelaos'- ojos de quien quiere volver a vivir y así juzga lo que le rodea para ver si en verdad sigue teniendo la misma magia. Veremos! Deséenme suerte.
Sunday, June 26, 2011
La cárcel en la que se ha convertido Facebook
Hace un tiempo Facebook era divertido. Con sólo entrar al portal podíamos tener una buena idea de la vida de nuestros amigos y gente a fin. Nos enterábamos de los viajes, de los noviazgos que empezaban y terminaban, de las personas que estaban viviendo afuera, de los que siguen aquí, de las maestrías, aventuras y demás actividades que hacían nuestros amigos. Era chévere, porque aunque uno tuviese siete años sin ver a Fulanito, sabíamos más o menos qué era de la vida de Fulanito y así teníamos una idea general de todo el mundo.
Hace un tiempo, uno podía escribirle en el muro a las personas, buscar dentro de sus amigos a otras personas chéveres, podíamos ver videos divertidos, comentar sobre las actualizaciones de estado de las personas y los comentarios que publicaban en sus muros. Podíamos iniciar foros o discusiones, enterarnos de las cosas más importantes, podíamos incluso ver en dónde estaban trabajando nuestros amigos y cuáles eran las empresas que mejor calidad de vida otorgaban a sus empleados.
Facebook era un universo libre. Una red social que nos ofrecía ilimitadas ventajas, pero más que nada horas de diversión. Sin embargo, no es noticia nueva de que Facebook desde hace unos meses para acá se ha convertido en la cosa más aburrida del planeta. Supongo que la gente se empezó a sentir "expuesta" y por supuesto los rumores de secuestros y de más se regaron tanto que las personas poco a poco empezaron a cerrar los perfiles, a cambiar las opciones de seguridad a un nivel más restringido y eso fue un proceso que rápidamente se convirtió en una moda.
Al principio no podías ver el perfil de la gente que no habías agregado (primera opción que se descubrió y todo el mundo empezó a habilitar), luego la gente (y me incluyo) empezó a inhabilitar las fotos/videos en los que estaban etiquetados (o "taggeados") para sus amigos, luego, cuando se dieron cuenta del ridículo que hacían cada vez que terminaban una relación, empezaron a no publicar su estado de relación para no tener que pasar después por la humillación. Y ahora hemos llegado al extremo de que los perfiles no se pueden cliquear, la gente se ha quitado la opción de que uno pueda escribirle en el muro e incluso algunos han llegado al extremo de bloquear su búsqueda. Entonces sólo ellos mismos pueden agregar a otras personas, pero otras personas no los pueden ni buscar en Facebook porque son como fantasmas que nunca van a aparecer. Muchos ya ni ponen su fecha de cumpleaños. Empezaron por quitarse el año y ahora ya ni el mes podemos ver.
¿Qué está pasando? Poco a poco, todos hemos ido contribuyendo para que el Facebook se convirtiese en la aburrida cárcel que es hoy en día. Ahora sólo podemos ver las actualizaciones de los mismos 10 pendejos que nunca cambiaron sus opciones de seguridad y la verdad es que ya no nos interesa saber de sus vidas tampoco. Se nos incrustaron. Y entonces, ¿qué? Será que estamos retrocediendo. Al principio era chévere cuando podíamos restringir nuestros perfiles, y todavía podíamos ver el de todos nuestros amigos. Nos sentíamos que nos la estábamos comiendo. Hasta que poco a poco ya no nos quedan perfiles abierto y ahora sí nos damos cuenta de la cagada que iniciamos.
Ahora supongo que todo volverá, poco a poco, a ser como antes. Ahora tendremos que salir más de nuestras casas para encontrarnos con la gente y socializar. Tendremos que quitarnos la careta que teníamos antes para disimular lo chismosos que éramos, ya que ahora no podremos hacerlo secretamente, si no que en verdad vamos a tener que preguntarle a la gente por la otra gente y así tener esa "idea general" de nuestros amigos y afines.
Ahora tendremos que volver a la odiada época de "jalar mecate" para que nos envíen las fotos a nuestro Gmail. Cosa que cada vez va a ser más fastidiosa ya que las cámaras hoy en día se han encargado de producir fotos cada vez más pesadas y tediosas de adjuntar. Tendremos que invertir nuestro tiempo haciendo cosas quizá más productivas, como leer blogs, en vez de muros de actualizaciones, o ver televisión en vez de los videos de Youtube que antes ponían nuestros amigos. Poco a poco migraremos todos para Twitter (si es que no han migrado ya), hasta que salga otra red social "más chévere", que se ponga "de moda" más rápido y que, por unos meses, sea nuestra principal fuente de entretenimiento.
Tuesday, June 21, 2011
Si ella pudo, y Toto pudo, nosotros también podemos!
Hoy leí un artículo en el NY Times que compartió mi amigo Victor por Twitter y quedé realmente inspirada. Se trata de Amanda Hocking, una joven de 26 años (casi mi edad) que desde pequeña le encantaba la escritura y siempre escribía. Todos sus manuscritos fueron devueltos con cartas de rechazo de todas las editoriales y agentes literarios posibles. Un día un amigo le dijo "no estás escribiendo como tú. Escribe las cosas que te gustan leer". A ella le gustaba leer literatura "barata" por así decirlo, literatura fantasiosa, poco aclamada por los críticos, pero que disfrutaba enormemente. Un día le hizo caso a su amigo y empezó a escribir este tipo de ficción. Decidió esta vez probar directamente con Amazon, Barnes and Noble y publicar sus historias a precios baratos y en formatos digitales. Dice que esto es tan fácil como abrirse un perfil en Facebook.
Eso fue hace menos de un año. En ese tiempo, Amanda Hocking hizo una fortuna de dos millones de dólares auto-publicando sus novelas en estas páginas web y acaba de firmar un contrato con una casa editorial por dos millones de dólares más. ¿Por qué hizo esto si le iba tan bien vendiendo sus libros en formato digital? Porque su sueño es que todo el mundo pueda leer sus libros. Que en un futuro los vendan hasta en Walmart. Y sabe que eso no lo puede lograr sin la ayuda de ellos.
Ese artículo me dejó perpleja. Ahora estoy loca porque me devuelvan mi computadora con internet para buscarla por Amazon y leer sus historias en mi Kindle. Ella dice algo en la entrevista que fue lo que más me marcó. Que ella siempre sintió una culpa por dentro por los tipos de libro que le gustaban leer, y entonces, cuando escribía, intentaba escribir cosas de otro tipo, pensando que iban a tener mayor aceptación por parte de las élites literarias. Cuando soltó esa pretensión y aceptó que lo que le gustaba escribir era lo que le gustaba leer, pudo triunfar con todas las de la ley.
Por lo que debo admitir que no hay libros que yo haya disfrutado más que los de Twilight. Y no hay nada que me gustaría escribir más que una historia de amor con tanta química como esa. A mí nunca me gustó la ciencia ficción pero como la disfruté con Twilight! Así que me siento súper contenta de haber leído ese artículo. Otro caso súper exitoso de alguien que se autopublicó su libro y ha sido un bestseller nacional es el fellow blogger, Toto Aguerrevere, con su libro 'Cuentos de sobremesa'. Así que yo digo, si tenemos tanta constancia/disciplina, amor al arte y talento como ellos, ¿por qué no lo vamos a lograr? ¡Espero que el mismo éxito lo podamos tener nosotros también! Pero eso sí... ¡Manos a la obra!
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