El Diario de Marcos. Día 10.

Ya se fue el huracán del shitt. Menos mal. El fin de semana que viene nos vamos Carla y yo para Cuyagua. Aunque bueno, la verdad es que no estoy seguro, estoy todavía considerando una posada en Choroní, por eso de que es más cómodo y más higiénico. Vamos a ver qué termino decidiendo. Tranquilo que apenas sepa te aseguro que tu serás el primero en enterarte. Los dias todavía no están soleados, pero por lo menos ya se fue la neblina, el frio y la lluvia. Un paso hacia adelante. Faltan sólo 10 días para salir de clases. Ya hoy compré mi pasaje para Nueva York. Me voy el 29 de Agosto. Las 9:10 am sale mi vuelo hacia Atlanta, desde dónde agarro otro avión a las 3:40 que llega a La Guardia Airport a las 6:30. No puedo creer que en 10 días te voy a estar escribiendo desde Central Park. O algún café eccléctico en el Soho. Que depinga.te confieso que estos 10 días no me quiero separar de Carla. Quiero enamorarla y engatusarla para que se comporte mientras estoy afuera. Yo estoy enamorado, pero estoy seguro de que no me voy a portar bien en Nueva York. Simple y llanamente porque Nueva York no es una ciudad para portarse bien. Ella se va quedar en Ccs haciendo una pequeña pasantía en el grupo creativo de alguna agencia de publicidad en la ciudad. Espero que se comporte y no me humille. Vamos hacer el amor sin parar en Choroní. Sí, creo que definitivamente es mejor Choroní. Cuyagua es más depinga para ir con un grupo de amigos para joder y echar vaina. Porque en una carpa donde entra la arena y un sinfín de mosquitos, sin contar el agua que entra por la brisa y el frio que se te mete hasta los huesos, creo que cortan un poco la nota romántica de la velada que pienso pasar con Carla. Así que no se habla más del asunto. Ahora me meto en internet y averiguo sobre los precios de las posadas. Alguna barata tiene que haber porque, además, no es temporada alta. O sea no es como que me estoy yendo un fin de semana largo ni nada. Nos vamos el viernes temprano en la mañana (sí, no vamos a ir a clases) y nos regresamos el lunes en la madrugada para llegar directo a clases. ¡Que aventura mi pana! Ya estoy emocionado. La quiero ver desnudita como Dios la trajo al mundo, con todas sus pecas, pequeñas cicatrices e imperfecciones que la hacen para mí, más perfecta que nadie. Ella me calienta las noches y me alienta los días. Hemos descubierto que tenemos un sinfín de gustos en común que nos hacen, todavía más compatibles. Me encanta su sonrisa y la manera en la que me dice que me quiere. Ya se curó del pestón que tenía y desde entonces no puedo dejar de pensarla y de besarla cuando la veo. En la universidad nos encondemos en el cuarto de limpieza para besarnos y tocarnos cuando nadie está viendo. Es divertido como jugamos a extraños que se quieren y amigos que no tienen nada cuando estamos en el salón. Y pensar que nadie sospecha nada. Bahh, quién sabe, a lo mejor todos saben y se hacen los pendejos. Yo creo que ya nadie se mete en los peos de los demás y supongo que a nadie le interesa lo que hagamos con nuestras vidas. ME da risa como cambian las cosas del colegio a la universidad. Son como dos mundo completamente diferentes en los que nos sumergemos sin darnos cuenta. La vida tiene una manera peculiar de hacernos sentir como unos idiotas cuando estamos enamorados. Hoy por ejemplo estaba en la cocina y quería servirme un vaso de agua. Agarré un vaso de la despensa, después abrí la nevera y proedí a sacar lo que yo pensaba que era el agua, pero que en realidad era la Ketchup Heinz que casi le echo al baso. Me di cuenta cuando no salía nada porque tenía la tapa cerrada. ¡Que idiota es uno cuando se enamora! Estas cosas por supuesto, son las que no le puedes contar a nadie mi pana, porque ahí si que me jodo y quedo como el propio pendejo, y ni de vaina me escuchaste, ni de vaina! Hay veces en los que miro hacia fuera y me encantaría ser uno de esos pajaros maricos que vuelan, tan felices y libres, hacia donde quieran. Si yo fuera un pájaro ya estaria en Central Park, en el pond que queda cerca de la entrada de la calle 73 con 5ta avenida. Viviría inflado de la comida que te dan los turistas y sería el pájaro más feliz del cielo. Me encantaría poder volar y susurrarte desde el viento todo lo que ahora te escribo como un pendejo. De seguro tendría cosas mucho más interesantes que contarte y tal vez tu no te aburririas tanto conmigo. El dr Martin me dijo que siempre que te escribo cosas así, como que tu te aburres conmigo, sólo estoy plasmando en papel mi inseguridad. Y que, para un carajo que se ha agarrado tantos culos como yo en 3 semanas, es un absurdo que sea así de inseguro. La verdad es que estoy empezando a pararle bolas al Dr. Martín, el pana definitivamente sabe lo que está hablando. Mi tía Laura me trajo las mentas de Miami y santo milagro. Que maravilla. Me pregunto si la Carla podía saborear aquel sabor amargo que tenía en la boca. Yo siempre trato de deborarmela con mis besos y a lo mejor lo que esoty es haciendo el ridiculo. Pero déjate de vaina, a la jeva le gusta por que sino, no echaría esos gemidos de placer cuando la beso así. Desde aquel dí que la dejé en su casa no hemos vuelo hacer el amor porque estamos esperando para el fin de Choroní (el que viene). Queremos que sea especial, cómodo, limpio, etc. Así que bueno, espero que tanta espera no arruine las vainas entre los dos. O sea porque sabes mi pana que a veces cuando tienes unas expectativas muy altas pues las vainas terminan siendo una cagada, no se. Vamos a ver que talcos. Yo te aviso, jeje. Bueno, tengo que ir al baño men. La maqueta sobre la que te conte ayer no me quedó nada mal, a pesar de que la hice con paletas de helado efe que mi ahijado colecciona. El no sabe que entré en su colección y le robe 150. Pero bueno, ahora el carajito tiene una nueva excusa para devorarse 15 helados diarios. Jajajaja. Bueno, ahora si me voy que me meo encima. Estamos hablando. ¡Ciao!

MS.