Te imagino en tu habitación, pensante y algo distante. Agonizando entre llamarla o irla a visitar (de sorpresa), en hablarle, en saludarla, en saber dónde carajo está, y con quién. Quieres tener total y completa posesión sobre ella. Tener un control de todo lo que hace, de todas las conversaciones que tiene al día. Te sientes un poco stalker pero aún así el placer de imaginarla a tu lado no cesa, no te deja de llenar la barriga de pequeñas maripositas que hasta te han quitado el hambre. Te sientes inseguro de tí mismo porque al final del día, ella no termina de demostrar su afecto por tí. Le das rienda a tu imaginación y siempre piensas lo mejor. Lo que no sabes es que ella hoy salió con otro chico. Ella ahora está pensando en Carlos Luis, no en tí. Ella siente las mismas maripositas que tú, sólo que por otra persona. Sin darte que cuenta te fuiste obsesionando con una ilusión, con una idea..-¡Qué idiota soy!- piensas cuando fuiste a verla en su casa, y te das cuenta que hay un carro estacionado afuera, donde la ves a ella.. desencadenando tremenda pasión con un chico que simplemente... no eres tú.
Ana Cristina Sosa M.
3 comments:
uffff que rudo!!!
lo peor es que pasa mucho (lo certifico jeje)
Excelente el relato
Sad but true... Jeje qué rata Anita! Escribe de mejores cosas porfa!, jaja. No vale, muy bien escrito y muy chocante también,
un abrazo que viaje por avión
OK!
A las mujeres nos pasa lo mismo... A veces tenemos q ver e el con otra que no eres tú!
jeje.. muy fino esto!
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