Sandra y sus Sostenes

Le gustaban de todas las formas y todos los colores. Baratos, cariñosos, normales, con encajes, sin encajes, de seda, de algodón de látex y strech. Usualmente eran de talla 34B, pero a veces se tenía que conoformar con comprar el sostén talla 32B o 36 B porque siemre el 34 B es el que más rápido se agotaba. Disfrutaba enormemente salir a comprarlos, pero más aún, disfrutaba de su cara cuando veía su hermoso busto sostenido por esa tela tan maravillosa, reflejada en el espejo. Tenía de todos los tipos: sexys, formales, informales, incinuantes, etc. Cada ocasión tenía su sostén merecido. Muy pocas veces pasaba uno por desapercibido. Los sostenes de Sandra tenían vida propia pues, cada vez que eran usados, hablaban por si solos. Le gustaba tomarse fotos con ellos. A esto ella le llamaba su “guilty pleasure.” Posicionaba la camara encima del vestidor, se desvestía, casi por completo pues, solo se le veía su sostén y panty. Ponía la camara en autoshot y ya estaba programada para tomarle 4 fotos –pausa- 4 fotos más, and so on. En su computadora se podían conseguir numerosas carpetas llenas -hasta los teque teques- de fotos suyas con sostenes. Sus amantes los adoraban y a verdad es que, solían llevarse bien con todo el mundo. Nadie tenia ninguna inconveniente con ellos pues, nunca molestaron. Sólo el estado de cuenta de su tarjeta de crédito se convertía en su pesadilla de todos los jueves. Porque eran los jueves, los días que Sandrá usaba para irse de tiendas a escoger el par de la semana. Esta rutina la tenía establecida desde hacía 14 años, cuando cumpló los 18. Recuerda aquellos tiempos en los que tenía un noviesito –el primero en todos los sentidos- y el día en el que ella decidió comprarse un par de bikinis sexys para atraer más a ese muchacho que ya llevaba unas cuantas noches fantaseando con ella. Los amantes y los encuentros fortuitos los recordaba según el sostén que tenía puesto esa noche. “Ahh sí, Ricardo, con el que me revolqué cuando tenía puesto el sostén morado de seda con encajes en los bordes color lila” o “¿Juan Cristóbal? ¿Quién es él? Ahhhhh ya ya, el que conquisté cuando me puse una camisa escotada que mostraba de bajo el sostén turquesa aquamarina que compré en victoria’s Secret el día que llevaba puesto el sostén marrón de encajes azules , que cuando el que atendía la tienda me lo vio (la camisa era transparentosa) me dijo que tenía el busto más bello quehabía visto en un sostén. ” Y así sucesivamente. Realmente Sandra nunca tuvo muchos novios formales, ella era una chica que disfrutba mucho más de un one night stand que de una relación larga, rutinaria y aburrida. Lo que si ha tenido muchísimo han sido amantes. Hasta la fecha lleva como 3 docenas de noches cargadas de pasión, locura y orgasmos múltiples. Para esto tenía que agradecerle a sus sotenes que hacían la magia de atraer hasta lo inatraible. Los hombres más bellos y más buenos –así como también los más malos- habían pasado por sus sábanas. Mas de una vez agradeció ser una mujer hecha y derecha, sin problemas de estarse preocupando por una reputación, siempre pensó que eso de “tu reputación son las 6 primeras letras de esa palabra” quedó en el colegio y en las letras de Arjona. ¿A quién le importa hoy en día si me he acostado con media Ccs? Y es verdad, a nadie le importaba, casi nadie sabía lo que ella hacía en su apartamento de la floresta. Aquel que tiene 5 clósets llenos de sostenes. Más de una vez se preguntó el por qué había escogido una carrera en periodismo, en vez de haber estudiado diseño de modas. Estaría ahora trabajando para Touché o Victoria’s Secret. Tendría ahora 7 veces más sostenes y 12 veces más dinero porque se ahorraría todo lo que ha gastado hasta la fecha en ellos. Aproximadamente 15 millones de Bs. Sí, no me equivoqué. Ese fue el monto que ella calculó el pasado sábado, despues de haberse comprado su par de la semana el jueves anterior. Dicha cifra no le preocupa pues, Sandra es una chica trabajadora y emprendedora que, mientras tenga un clóset lleno de sostenes, es completamente feliz. Ha examinado la opción de estudiar diseño de moda y ya tiene preseleccionados varios lugares en el exterior. Hoy Sandra llegó a su casa a probarse el sostén nuevo, y mientras se veía en el espejo pensó.. algún día, algún día lo lograré.

Ana Cristina Sosa M.